Analiza Quevedo en “Vida
de Marco Bruto” las razones por las que los lugartenientes de Julio
César acabaron matándolo. Para empezar hay que decir que Marco
Bruto y Cayo Casio antes que cuñados eran rivales y que en política
todas las amistades resultan peligrosas. Aunque Marco Bruto prefirió
unirse a Pompeyo en la batalla Farsalia a pesar de que Pompeyo había
matado a su padre, al resultar vencedor César llamó a su lado a su
presunto hijo para perdonarlo. Se sabe que Bruto nació durante lo
más apretado de los amores adúlteros de César con Servilia, madre
de Bruto. Correspondiendo al perdón desveló que Pompeyo se escondía
en Egipto en donde fue capturado. Habiendo de pasar César a África
contra Catón y Scipión dejo a Bruto en la Galia Cisalpina donde
realizó una gestión honrada y eficiente. A su vuelta hacia Roma
César recibió el aplauso de poblaciones que antes le eran hostiles
con lo que Bruto alcanzó crédito, del que se valió para recomendar
a su cuñado Casio que fue llamado a la intimidad de César. Cuando
los tuvo a a su lado se dio cuenta de lo peligrosos que podían
resultar juntos, por lo que tomando como excusa la adjudicación de
una pretura urbana muy apetecible reconoció que a quien le
correspondía por méritos era a Casio pero se la dio a Bruto. Dice
Quevedo:
“Necesitaba
César de la autoridad destos hombres; hallábase aventurado entre
ellos; quería tenerlos por amigos a ambos, y conveníale que ellos
fueran entre sí enemigos; trazólo con maña, no con dicha. Y para
tenerlos él y que el uno echase al otro, los puso en paz y en guerra
con unas mismas mercedes; pues confesando que merecía la pretura
urbana con más razón Casio, y dándosela a Bruto, dejó a Bruto
quejoso, con la pretura que le dio, de la razón que le negaba; y a
Casio, a quien dio otra pretura, de la urbana, que negaba a su
razón.”
Lo
sensato hubiera sido ceder la Galia Cisalpina a Bruto y dar la
pretura urbana a Casio o al contrario si es que prefería tener cerca
a su ahijado. Pero Casio estaba casado con Junia hermana de Bruto y
es lógico que la familia quisiera medrar en Roma antes que diluirse
en provincias. A pesar de que la excusa que utilizaron para asesinar
a su protector fue la ambición de proclamarse rey, es evidente que
el dictador César no era todo lo fuerte que presumía como lo prueba
el no ser capaz de controlar a quienes tanto le debían. Cuando se
compadrea en política hay que hacerlo con gente de poco pelo. Quien
se rodea de personajes con carisma le puede pasar lo que a César:
que lo apuñalen por los idus de marzo o cuando encarte. Si en lugar
de Bruto y Casio se hubiera apoyado en María Dolores de Cospedal y
en Javier Arenas hubiera tenido guardadas las espaldas y asegurado el
servilismo.
CIRANO
He recordado el terrible impacto que sufrí cuando leí y entendí la muerte de todo un Cesar y en especial a manos de su propio hijo. Creo recordar que murió sin rencor y sin condenar a Brutus y toda su pandilla y como de forma inmediata discutieron las bases de la República.
ResponderEliminarHe de considerar lo mucho que han cambiado las cosas, ahora todo se debe negociar y las puñaladas son mucho más dolorosas.
Tienes razón amigo Cué, son episodios que invitan a meditar. Parece ser que César se sorprendió cuando Casca le atacó por la espalda pero cuando vio que todos sacaban la espada miró a Bruto y comprendió. Entonces hizo el gesto de los gentiles de taparse la cabeza con el manto para que sus enemigos no vieran las ansias de la muerte en el rostro. Es curioso que siendo César dictador no lo dejaran ser rey y que nosotros vivamos tan contentos con un rey puesto por un dictador. A eso llaman razón de estado. Bruto apeló a ella para atentar contra su padre, pero parece que no la han sabido interpretar los políticos con el mensaje que les dimos el 20 de diciembre pasado.
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