Con cierta asiduidad
usamos algunas palabras que gradualmente están siendo vaciadas de
contenido, no solo por la reiteración sino porque al ser mal usadas
su contenido esta perdiendo significación. Alguna de estas palabras
tienen una historia fuerte y potente, y pocos se dan cuenta que su
generalización o su mal uso producen una confusión que conduce a la
vulgarización o al menos a una falta de entendimiento.
La que más me ha llamado
la atención es DEMOCRACIA (Poder político ejercido por los
ciudadanos) porque existen tantas formas de representación que
induce a una severa confusión en su uso. En nuestro país todos
somos demócratas, aunque no respetemos al resto de ciudadanos,
muchos se amparan en la democracia para defender no los intereses
colectivos, sino sus puros intereses personales. Otros en nombre de
la democracia solicitan defender intereses colectivos y nacionales,
cuando su supuesta mayoría es por un margen escaso de apoyos, pero
asumen el interés colectivo como forma de imponer sus criterios al
resto de ideas y personas.
Y tanto va el cántaro al
pilar que termina por romperse, y ya que para todo usamos la
democracia, que más parece un salvoconducto de impunidad, que su uso
se ha desvirtuado tanto que se ha vaciado de contenido y ha dejado de
ser un concepto fruto de la voluntad para pasar a ser una
representación que deja de presionar a los que respetamos y creemos
en su buen uso.
Así un ejemplo muy al
uso podría ser los acontecimientos vividos en Cataluña, que
haciendo valer la Democracia se desea conseguir unos objetivos
políticos y personales que desvirtúan el autentico valor intrínseco
de la sufrida Democracia. Las posibles y difíciles alianzas solo
tienen un valor de interés selectivo ya que nada tiene que ver los
cuerpos ideológicos de los partidos que pretenden hacer valer sus
deseos comunes.
Hablando claro, ¿desde
cuando los partidos de izquierda hacen valer sus deseos
independentistas? ¿Desde cuando se tienen que sumar todos los que
han ido a votar para conseguir unos intereses espurios de
independencia?
No sería mucho más
claro, negociar los intereses de ambos bloques, hacer avanzar los
deseos independentistas junto a los deseos de globalización de los
que tenemos los intereses internacionales y respetar ambas mayorías.
La democracia nunca podrá
ser la mitad más uno, porque sino se produce un enfrentamiento que
conducirá a la vuelta de la prehistoria, y eso señores a nadie
debería interesarle.
INDALESIO Octubre 2015
Tanto se usa que induce a confusión, pero la realidad esta donde mismo estaba y significa lo que es. Ya no existen ni herramientas de análisis ni cuerpos ideológicos, eso va generando confusión y el valor y uso de la Democracia va perdiendo su lugar e importancia.
ResponderEliminarEse entuerto le tocara a otros arreglarlo, se generara un cuerpo filosófico que justificara la intolerancia y usara al ciudadano para otros fines más mesquínos aún. Misería