Llevamos generaciones
quejándonos de lo poco que evoluciona la mentalidad de nuestro
país, y como consecuencia, en la elección de los políticos que
decidimos formen parte de nuestros gobiernos. Culpables, la falta de
una revolución burguesa, al caciquismo de las oligarquías, la
incultura de los españoles y la falta de interés por algo que nos
parece ajeno, nuestro porvenir en presente y futuro. Quiero añadir
otra causa más, fruto de la observación meticulosa del
comportamiento de un nutrido grupo de personajes de la más rancia y
poderosa colonia conservadora, el Síndrome de la Negación.
No quiero hacer un
análisis exhaustivo sobre dicho proceso (buscar referencias
científicas en el estudio realizado por la UMA) sino facilitar
algunas orientaciones higiénicas que nos permitan informar a los
ciudadanos de la situación, con vistas a las próximas elecciones
generales.
El síntoma más
significativo de la negación es el nihilismo, a saber el Delirio
nihilista, que les lleva a la negación de la existencia, por
supuesto ajena. Estos personajes padecen y a veces se sienten muy
cómodos con putrefacción de sus miembros, delirios de inmortalidad
y desprecio hacia lo ajeno. Es verdad que también se han visto
algunos personajes revestidos de ideas socialdemócratas con este
padecimiento, pero el estudio estadístico es mucho más favorable a
los conservadores y en especial a miembros del PP cuya epidemia ha
causado tanta alarma, que su máximo responsable ha decretado el
estado de alerta y quiere modificar algunos protocolos de la
anhedonia, en el escaparte del gobierno.
Cuando el señor Rajoy
pidió un informe sobre el proceso que padecía su gobierno y el
partido que lo sustenta, no pudo entender como era posible que se
considerara patológico el suponer la negación como, la
invalidación de una parte de información desagradable o no deseada
y en vivir la propia vida como si aquella no existiera. Llamó a
Moragas a consulta y le pidió explicaciones. Este sufrido y pelota
ayudante del Presidente, no supo igualmente darle justificación de
los porqués del proceso, y a lo más que pudo llegar es a considerar
que el populacho quiere quedarse con lo que en justa lucha siempre
fue de ellos, y en hurtar la falta de esperanza, no Aguirre, para
poder cambiar la situación objetiva.
Aún más mosqueado llamó
a la Vicepresidenta, y esta señora en un gesto de pericia
intelectual, le recordó que la filosofía generada por FAES había
sido siempre, “el modo de abordar erróneamente un problema reside
en, comportarse como si el problema no existiera, es decir aplicar
como solución la negación del problema” La terapia del proceso aún esta en
fase experimental, por lo cual se sospecha que estos señores tienen
los días contados.
INDALESIO Junio 2015
No deja de ser curioso que el tan socorrido recurso de la negación sea un proceso de patología de la mente. Y ahora puedo entender para que existen los médicos de la mente, aunque con toda seguridad consiguen unos resultados tan pobres. Creo como bien dice Indalesio que para curar o mitigar los efectos de la negación la sociedad debe participar en hacerla desaparecer y la mejor manera es privándoles del apoyo del voto de la ciudadanía.
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