DE GUATEQUE




La escena de los pactos de gobierno recuerda a los guateques púberes en los que barbilampiños removidos pretendían reunirse con niñas castas acompañadas de carabinas inocentes. Bajo la vigilancia de padres que parecían no estar pero que estaban, se organizaban difíciles veladas de contenido inespecífico y de consecuencias varias, en las que la música justificaba el abrazo más o menos consentido. Había quien los planteaba por mera diversión, quien quería pero no podía y quien terminaba en himeneo. La información previa marcaba la actitud a seguir con la esperanza de que se confirmaran las expectativas. Siempre había una leyenda que los hechos se encargaban de contradecir. Los desengaños eran la norma de aquellos encuentros en los que nada terminaba como se presumía. Pocas veces saltaba la liebre que se esperaba, pero a la salida todos estaban contentos sustentados en la fantasía.
No conozco a nadie que pueda demostrar que se haya comido una rosca en ningún guateque del pasado siglo porque la situación general no lo permitía. El duelo de improcedencias entre los líderes del PP y del PSOE con el único argumento del tú más, es un juego de niños comparado con los negocios que se traen entre manos las mafias rusa y americana. La crisis fue la respuesta occidental al mangoneo con el que los del Este acumulaban capital por medios ilícitos. Como la honradez no puede con la corrupción, la banca USA ofreció barra libre a sus delincuentes habituales para defender la hegemonía capitalista del llamado mundo libre. De ello se desprende que al igual que en los guateques se ligaba hasta cierto punto, en política doméstica se actúa con libertad hasta lo que permiten los amos. El poder es el poder lo diga Agamenón o su porquero.
No se donde se juega más, si en los escarceos juveniles o en los tratos postelectorales. Los primeros son ensayos para hacer personas y éstos ocasión para hacerse rico. De chicos queríamos probar la carne, ahora quieren probar el poder, cosas que gustan y enganchan pero que ni son sencillas de conseguir ni fáciles de digerir.
CIRANO

2 comentarios:

  1. Como puede este mundo estar tan podrido. Es acaso que los niveles de corrupción han llegado a cotas tan elevadas que ya nada nos parece patológico. Acaso habrá que usar las mismas armas que le capitalismo? Que mal se negocia la política, en especial por falta de costumbre y hemos vuelto a caer en la misma trampa: Negoció la izquierda como si el poder no fuera delegado sino propiedad personal. No es por esos derroteros, no.

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  2. Por poner un ejemplo amigo Cué: la liga se la juegan el Madrid y el Barcelona, a veces dejan entrar en el club de los poderosos al Atleti o al Valencia, siempre que mantengan las formas. El resto de equipos intenta no descender de categoría. Los grandes controlan federaciones (parlamentos), televisiones (medios), árbitros (justicia) y traspasos (mercado). A su servicio están políticos que se sienten ufanos cuando los invitan a los palcos para asistir a los partidos del siglo. Mientras que esto se mantenga así el sistema no se resiente. En la globalización el Madrid y el Barcelona representan USA y el resto de equipos lo demás. Debemos estar contentos de que ganen los yanquis porque si sus finanzas flaquean organizan una crisis a nivel mundial. De momento la liga es del capitalismo y cualquier alternativa es una utopía.

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