TOCA VOTAR




Se supone que cada cuatro años tocan la corneta llamando al arrebato de votar e instintivamente vamos a depositar la papeleta en la caja de nuestras esperanzas. Y ¿porqué acudimos a votar? Se supone que hacemos un análisis crítico de los cuatro años transcurridos y castigamos o premiamos la labor realizada por cada uno de los partidos políticos. Pero, ¿es acaso cierto que analizamos la labor realizada? O bien continuamos votando con las tripas. Creo que merece la pena que paremos para analizar los acontecimientos.
Lo primero que pienso es que, si los partidos se someten a una revalida de sus promesas electorales, sería un fracaso de tal calibre que tendrían que salir escapados,y más bien salen a la palestra para hacer olvidar lo que prometieron, e introducir otras promesas nuevas. En el batiburrillo de todas estas promesas crean tal confusión que terminamos por no atender al auténtico contenido de nuestras necesidades, y votamos no lo que nos interesa sino lo que les interesa. Incluso sacando de hemeroteca, como realizan los periodistas, vemos tal cantidad de promesas incumplidas que debería escandalizar, pero por un fenómeno mal estudiado produce un efecto de indiferencia generalizada que penaliza incluso al honesto partido. Porque la generalización favorece a los que más mienten ya que se considera como un fenómeno consustancial con todos los políticos, y más en especial en nuestro país.
Otro de los fenómenos que ocurre en el periodo electoral es la des calificación y el insulto permanente, se habla poco o nada de política. Se insulta y se personaliza con hechos concretos, se buscan las cuentas bancarias y algún error de juventud, pero nada de los proyectos políticos. Llamo la atención como todos se han coaligado contra el fenómeno PODEMOS, sabían que hacia daño en el corral del congreso y se ha sacado toda la artillería para conseguir anular esa necesaria voz popular que acabe con el bipartidismo y el freno a la denuncia política.
Por ser la primigenia llamada a las elecciones, en Andalucía deberíamos conocer el programa político de los socialdemócratas y la interpretación que hace la señora Diaz. Pero no, aún está por ver que se hable de programa político y económico, mucha des calificación, promesas etéreas y tuteladas para resolver el paro y no permitir la corrupción. No señores social-demócratas, planes concretos y realizaciones a la vista, todo lo demás no les permitirá ser creíbles.
Y existe un fenómeno que siempre me ha resultado fascinante, la sabiduría espontanea que tienen los ciudadanos andaluces, siempre votan al menos malo.


INDALESIO Marzo 2015       

7 comentarios:

  1. Manuel Ruiz Benítez15 mar 2015, 21:05:00

    Indalesio, muy buena la reflexión que plasma en este Garrotin, falta que todos los candidatos responsables de sus partidos, lo hagan ante Notario, pera que digan y escriban lo que van ha hacer y de lo contrario DIMITIRÍAN. Así Rajoy no hubiese estado de presidente ni dos meses y hubiésemos sufrido menos sus mentiras que puso en su programa Saludos MANOLO Ruiz

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  2. REDUNDANCIA

    La apatía, la indiferencia hacia el sufrimiento ajeno ha caracterizado de siempre a la burguesía, pero ahora parece ser patrimonio de todos. Cuando explicaba fisiología me detenía a meditar sobre el concepto de redundancia o indiferencia sensorial. La piel es sensible al roce: si se para una mosca en la nariz se activa el movimiento del brazo, de manera refleja, para espantarla porque su liviano roce molesta; pero, en cambio, se soporta la ropa que agobia y comprime todo el cuerpo porque la piel se acostumbra a ella. El cerebro deja de procesar la información que le llega de la superficie del cuerpo cuando se hace pesada. El Sistema Nervioso Central se insensibiliza ante mensajes repetidos (el dolor puede ser una excepción y el placer, como dura tan poco, una ilusión) porque lo redundante, lo pesado lleva la etiqueta de poco importante y se envía al cajón del olvido. El éxito de los mediocres consiste en convertirse en estímulos poco importantes que la sociedad ignora con peligrosa indiferencia. De ahí que los socialistas tengan más delito que los herederos del franquismo, a los que se les supone genéticamente corruptos, en la extensión de la corrupción. Quienes se alzaron con la primera mayoría absoluta de la democracia bajo el señuelo de cien años de honradez, resultaron luego no ser tan escrupulosos con lo ajeno como predicaban. Su gran aportación al saqueo actual fue enseñar que un político ladrón llamaría la atención, pero que un tropel de ellos provoca redundancia. Las pocas luces (intelectuales y procesales) de los casos Errejón y Monedero no avalan a Podemos para ser la alternativa regeneradora, pero en alguien habrá que creer. Pero más importante que creer es exigir y aquí la culpa no es de los que abusan sino de los que nos dejamos abusar. Por poco que sea, El Garrotín supone un estimulo para algunas (eso si muy pocas) conciencias a las que ayudaría a evitar entrar en redundancia.

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  3. El domingo fui a ver el mitin de Podemos, fundamentalmente porque quería verlos en vivo y en directo. Uno lo mire con buenos ojos por lo sensato que dijo y por estar cerca de mi. El líder es un gran comunicador con gran sensación de seguridad, el resto se defendieron. De proyectos claros nada, como el resto de los partidos nadie habla de política, y yo me preguntaba porque? Tienen miedo a no poder cumplir después la gran cantidad de promesas que como bien dice Cirano, no se cumplen.Ocasión perdida.
    Lo otro, quien había ido al Mitin, unos me decían que mucha burguesía. otros que descamisados, y yo lo que vi era los mismos ciudadanos todos unidos por la misma miseria y las mismas ganas de que esa miseria sea para todos. Salvo los que no van a ese tipo de mitin, porque no necesitan, ya los despellejan habitualmente.

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  4. Estimados blogueros: Este es el sentido que debe tener el blogs, por lo menos para los que nos gusta la POLÍTICA, con mayúscula, donde poder opinar y comprobar el alcance de las opiniones propias y de otros colores políticos e ideológicos. Participar de esta forma si no se combina con la praxis no tiene mucho sentido, porque nos podemos convertir sólo en un opinador sin proyección hacia el exterior intentando que tus opiniones si son justas, democráticas, progresistas solidarias y capaces de cambiar el medio político donde te desenvuelves, hay que intentar esa práctica. El problema es la fuerza que da la edad, a más calendarios consumidos menos fuerza real para la praxis en el medio donde te desenvuelves. Dicho esto, tiempo hace que asistir a un míting electoral me cuesta trabajo, las palabras se las lleva el viento por muy fuertes y entonadas que se empleen, lo importante es, y repito, que lo que dicen lo escriban ante Notario si verdaderamente representan al partido o coalición que dicen representar , y si no lo cumplen lo que proponen y obtienen los votos necesarios para ejercer el poder, por sólo o coaligados con otros, que su DIMISION está a disposición del Tribunal Constitucional pero sin puerta giratoria, sino taxativamente. Yo repetiría lo que Julio Anguita reiteradamente puso sobre la mesa la célebre frase , PROGRAMA, PROGRAMA, PROGRAMA. Que la demagogia no nos atrapen. Y la justicia juegue el verdadero papel de vigilante democrático y los ciudadanos no dejen solos a su libre albedrío a los políticos por muchos votos que haya conseguido. Como diría un cristiano, católico y romano: Que el demonio tiene muchos disfraces para engañarnos. MANOLO

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    1. Estoy muy de acuerdo con el comentario de Manolo Ruiz a pesar del tono fatalista. Uno no está muerto hasta que se muere y, aunque hay que dejar la iniciativa a los jóvenes que son quienes se juegan el futuro, los viejos aportan experiencia y sabiduría. El único programa que podría solucionar esta pocilga se resume en un solo mandamiento: no robar.

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  5. El origen de los políticos según Azorín. Y ojito que lo escribió en 1903; a mi me da hasta vértigo....

    «Cuando la especie humana hubo acabado de salir de las manos de Dios, vivió durante unos cuantos años contenta y satisfecha. Dios también estaba contento. Decididamente –pensaba–, he hecho una gran obra. Mis criaturas son felices; les he dado la belleza, el amor y la audacia, y por encima de todo, como don supremo, he puesto en sus cerebros la inteligencia.

    Estas criaturas, sin embargo, gozaron breve tiempo de la dicha. Poco a poco se fueron tornando tristes. La tierra se convirtió en un lugar de amargura. Unos se desesperaban, otros se volvían locos, otros llegaban hasta quitarse la vida. Y todos convenían en que el origen de sus males era la inteligencia, que por medio de la observación y el autoanálisis les mostraba su insignificancia en el universo y les hacia sentir la inutilidad de la existencia en esta ciega y perdurable corriente de las cosas. Entonces estas desdichadas criaturas se presentaron a Dios, para pedirle que les quitase la inteligencia. Dios, como es natural, se quedó estupefacto ante tal embajada, y estuvo a punto de hacer un escarmiento severísimo, pero como es tan misericordioso, acabó por rendirse a las suplicas de los hombres.

    –Yo, hijos míos–les dijo–, no quiero que padezcáis sinsabores por mi causa, pero, por otra parte, no quiero quitaros tampoco la inteligencia, porque sé que no tardaríais en pedírmela otra vez. Además, entre vosotros no todos opinan de la misma manera; hay algunos a quienes les parece bien la inteligencia; hay otros a quienes no les ha alcanzado ni una chispita en el reparto y quisieran tenerla. En fin, es tal la confusión, que para evitar injusticias vamos a hacer las cosas de modo que todos quedéis contentos. Hasta ahora la inteligencia la llevabais forzosamente en la cabeza, sin poder separaros de ella. Pues bien; de aquí en adelante, el que quiera podrá dejarla guardada en casa para volverla a sacar cuando le plazca.

    Dicho esto, el buen Dios sonrió en su bella barba blanca y despidió a sus hijos, que partieron contentos.

    Cuando volvieron a sus casas se apresuraron a guardar cuidadosamente la inteligencia en los armarios y en los cajones. Sin embargo, había algunos hombres que la llevaban siempre en la cabeza; éstos eran unos hombres soberbios y ridículos que querían saberlo todo.

    Había otros que la sacaban de cuando en cuando, por capricho o para que no se enmoheciese.

    Y había, finalmente, otros que no la sacaban nunca. Estos pobres hombres no la sacaban porque jamás la tuvieron; pero ellos se aprovecharon de la ordenanza divina para fingir que la tenían. Así, cuando les preguntaban en la calle por ella, respondían ingenuos y sonrientes: “¡Ah! La tengo muy bien guardada en casa.”

    Esta sencillez y esta modestia encantaron a las gentes. Y las gentes llamaron a estos hombres los políticos, que es lo mismo que hombres urbanos y corteses. Y poco a poco estos hombres fueron ganando la simpatía y la confianza de todos, y en sus manos se confiaron los más arduos negocios humanos; es decir, la dirección y gobierno de las naciones.

    Así transcurrieron muchos siglos. Y como al fin todo se descubre, las gentes cayeron en la cuenta de que estos buenos hombres no llevaban la inteligencia en la cabeza ni la tenían guardada en casa.

    Y entonces pidieron que se restableciese el uso antiguo.

    Pero era ya tarde; la tradición estaba creada; el perjuicio se había consolidado.

    Y los políticos llenaban los parlamentos y los ministerios.»

    Queridos todos, este domingo, seguiré mi instinto, y trataré de evitar la redundancia.

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  6. Muy bueno Milano Bonito, así se maneja la pluma. Pero yo digo, el momento en que deciden dejar el conocimiento en la casa, ese momento al desactivar la mente, no fue por decisión propia fue inducido por ...sus convecinos con historias y puesto en supresión por vuestro dios, y claro pues ya no pudieron reaccionar. Pero encontrándonos sin mente lo mejor que se puede hacer es usar el instinto, se suele acertar

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