La victoria de
Podemos en las elecciones europeas ha desencadenado una serie de reacciones que
van más allá de la política y que emergen de pronto como las erupciones
volcánicas que se cuecen durante años antes de estallar. El cambio en la
monarquía es quizás la escena que mejor representa lo que la sociedad exige: el
relevo generacional. La imputación de la hermana del rey, por su parte, refleja
el ridículo que hacen instituciones añejas cuando se oponen a la depuración que
la justicia demanda. A partir de ahí, los mayores (los mayores parlantes, se
entiende) deberían constituirse en coro depositario de las esencias y quitarse
de en medio.Tienen que entender que hay que dejar de taponar las vías para que
emerja la savia nueva que está por aflorar. Por mi parte, la certeza de que
siempre he tenido razón, contrastada con que nunca me haya hecho caso nadie,
consolida mi papel inofensivo y me da licencia para mantener el
uso de la palabra. Tampoco espero que la República venga a solucionar los
problemas de la democracia, sino todo lo contrario, una democracia honrada
traería la República.
Porque
cada generación es responsable de su futuro, y el nuestro es ya pasado, es hora
de escuchar a los jóvenes.Nuestra palabra, nuestra semilla, si tuvo que
florecer, ya lo hizo; la cosecha también está agostada, nos queda el último
pasaje, ese ya sin billete, sin reclamo, sin consecuencias. La resonancia de la
transición debería enmudecer como hicieron las catedrales, dejarse observar y
esperar; a lo sumo, servir de referencia para que no se vuelvan a repetir los
mismos errores. Un monumento antiguo siempre descubre algo a quien sabe
mirarlo, pero pretender que la Alhambra marque la pauta de la arquitectura
moderna es una locura. Porque ya ni siquiera el llora, llora como mujer mantiene
el mensaje severo que pudo tener en su día. Hoy se interpreta como expresión de
machismo profundo, el que sostienen las propias mujeres que se autocensuran.
En
política, como en la naturaleza, vivir es sentir las estaciones, los ciclos,
las mareas, los amaneceres y los crepúsculos. Es percibir el latido de la vida,
la percusión del tiempo, pero, sobre todo, reconocer que la sociedad es un
campo que labramos entre todos, una tarea común en la que todos tienen la
obligación y el derecho de participar. La obra colectiva de la convivencia no
se resuelve con instrucciones desde arriba ni con imposiciones desde la
prepotencia. Nunca los generales han ganado solos una batalla. Si miras al
cielo descubres lo que todos ven; si miras a la tierra también. Solo mirándote
el ombligo ves lo que nadie ve, pero si piensas que todos los humanos tienen
ombligo, deduces que eso tampoco es razón para marcar diferencias.
Quizás
ha llegado el momento de cambiar el modelo de los partidos empezando por el
nombre: podemos, queremos, hacemos, proponemos, necesitamos, exigimos. Habría
que dejarse guiar por el sentido de lo comunitario, lo que el instinto de
supervivencia de la especie expresa como necesidad. Todavía hay suficiente para
todos si se evitan las desigualdades intolerables que se están dando. El
respirar del pueblo lo dice: se está superando el límite de la sostenibilidad.
Ni el planeta ni la gente pueden soportar tanto desequilibrio.
CIRANO
Buen artículo. Lo mejor es que como sabemos la República no solucionara todos los problemas , sino que una democracia plena traerá la República. Has creado un nuevo debate sobre las denominaciones de los nuevos grupos políticos, que pones todos los adjetivos que te vienen a la mente. Una cosa son las ideas y otras la organización de esas ideas para que sean prácticas y duraderas hasta que cumplan sus objetivos. También es cuestión de logística que no quiere decir "aparataje" es cuestión de que caiga en manos de los menos burócratas posible y control democrático que cumpla sus funciones y normas de cumplimiento mínimo. Hablaremos cuando lo desees. Un abrazo MANOLO RUIZ BENITEZ
ResponderEliminarGracias Manolo, estoy convencido de que los asuntos públicos, comunes, tendrán que solucionarse por consenso, es decir, entre todos. El capitalismo ha ensayado con éxito que la mayoría esté al servicio de una minoría, no necesariamente más capacitada. Como ese modelo acabará por arruinarse asimismo y como las desigualdades empujarán a las reivindicaciones, se plantea un panorama de confrontación o de entendimiento. Como, también, la especie evoluciona hacia la reflexión y se aleja de la agresividad animal, no veo otra salida que la de la distribución equitativa de la riqueza. Nosotros no veremos esa nueva sociedad más justa que la de ahora, pero tienes razón al inferir que el camino de los partidos es reducir la burocracia, el aparato, la profesionalidad de algo que lo único que requiere es ser ciudadano. Ajustarse el sentido de la mayoría y no al capricho de la minoría como ahora sufrimos. Un abrazo.
ResponderEliminarInteresante reflexión política. Después de una primera sensación de que todo el que tenga más de 40 es un yogurt caducado, parece que llegas a la conclusión de que este campo de papas lo tenemos que sembrar entre todos porque tenemos el derecho y la obligación de hacerlo. Eso no quiere decir que ni todos tengamos que hacer lo mismo, ni desde el mismo sitio ni, siquiera, con la misma intensidad. A mi siempre me ha gustado eso de que "de cada uno según su capacidad.....". Muy de acuerdo con dos cosas, paso a ideas, planteamientos, formas diferentes (que no nuevas sino no practicadas) y, cierre a la "profesionalización política y/o sindical". Para mi, un político para que represente de verdad tiene que estar entre la gente en su vida cotidiana y eso se hace limitando mandatos, puertas giratorias y pudiendo remover a los elegidos en listas abiertas. En fin, no dejar nunca de ser ciudadano. El nombre es lo de menos pero lo que está claro es que hay que organizar para decidir, entre todos y todas, qué se siembra, dónde, con que medios y hasta qué se va a hacer con lo que se produzca. Una vez hecho eso, hay papeles para todo el mundo sin excluir a nadie que quiera, queramos, sembrar. Un abrazo. Emma
ResponderEliminarEste es la parte que más nos interesaba de Cena Laika, el posible debate de ideas y no sólo el llantar y vernos. Por lo menos algo hemos conseguido, más vale tarde que nunca.
ResponderEliminarSe sabe que solo si el empuje es colectivo se conseguirá cambiar y subvertir el orden de los últimos siglos. Parece que la sociedad es como un animal depredador acechando el momento más propicio para conseguir el bien colectivo, seguro que no lo vemos, al menos nosotros, Pero el mundo es ancho y ajenos, y la lucha no siempre viene de la misma forma.
ResponderEliminarLa República es el sentimiento del Nosotros y la monarquía el de Ellos. Antes de la acción está el pensamiento. Si pensamos que somos seremos. Nosotros nunca fuimos porque un golpe militar destruyó el concepto colectivo que se estaba formando. Por desgracia, los partidos que ha creado la democracia son más ellos que nosotros y ahora se están dando cuenta algunos, otros serán siempre ellos.
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