Desde tiempo inmemorial se viene discutiendo sobre
la oportunidad o no de los colegios profesionales, y en mi caso hace años
luchamos por conseguir una vocalía de Médicos Jóvenes con el fin de ser oídos y
hacer desaparecer la obligatoriedad de la Colegiación. Fueron los tiempos
difíciles de la oprobiosa dictadura. Por supuesto que aquello quedó en que
desapareció la vocalía revolucionaria y continuó la normalidad absurda de la
Colegiación obligatoria.
En el año 1995 el código penal saco de los delitos
penales la abstención de la colegiación obligatoria, en aquellos tiempos los
movimientos profesionales empujaban para hacer un país moderno y
adecuado a la Europa que nos esperaba.
En 2002 Andalucía saca a la luz una ley de medidas
fiscales, presupuestarias y administrativas, regulando la libertad de
colegiación de los funcionarios públicos.
Quizás entonces fue cuando nace la conservadora
Unión Profesional que asocia 40 Consejos Generales, 1000 colegios profesionales
y un millón y medio de profesionales. Sus funciones son:
*Cultivar y arraigar el concepto profesión
*Desarrollar la función social
*Marco legal de los profesionales
*Mínimos de calidad profesional
*Deontología
*Formación especializada
En resumen regulan las profesiones especialmente
sensibles y bien dotadas para que
cumplan los códigos deontológicos.
¿Y para estos fines tan pacatos se necesitan los
colegios profesionales? ¿Para eso se pagan nominas y se mantiene una
infraestructura de miles de personas y la gestión de millones de euros? Pues
si, mantenemos los niveles de colesterol de nuestros representantes con
copiosas comidas, y en revistas de auto bombo de elevado costo, que no sirve ni
para propaganda publicitaria.
Para más honra de nuestra desidia, el Tribunal
Constitucional restaura en 2013 la obligatoriedad de colegiación para todos los
profesionales. Vergüenza le debería dar a dicho Tribunal interpretar las leyes
según intereses espurios, y no respetar leyes emanadas de las cortes votadas
por todos los ciudadanos.
Muchos profesionales pensamos que para regenerar
este país, debemos acabar con la dispersión de responsabilidades, y que los
profesionales solo deben dar cuenta de sus actos ante la justicia y ante leyes
emanadas de la voluntad popular.
Todo lo demás es continuar engordando a los
picaros, que no sabiendo asumir las responsabilidades de su profesión, se encargan
de vivir a costa del esfuerzo de los demás, tanto profesionales como
ciudadanos.
INDALESIO Marzo 2013
Estimado Indalesio: Hago mio tus dos últimos párrafos, el primero acabar con dispersión de responsabilidades y el segundo de continuar así es engordar a los pícaros que se encargan de vivir a costa del esfuerzo de los demás.
ResponderEliminarPara que vamos a escribir más sobre lo mismo. Leer el artículo nos dá unas noción real del momento que estamos viviendo pero con carácter retroactivo. Saludos MANOLO RUIZ BENITEZ
Siento pesar por el desinterés que se manifiesta en este agrio debate. Quizás ya hemos comentado amigo Indalesio, que es un debate añejo, ¿como nos va ha preocupar los Colegios Profesionales, si existe una sumisión que los ciudadanos han permitido hasta quizás encontrar un aliento que permita empuje revolucionario? Pero si, si reformamos este sistema una de las cosas que tienen que caer son los susodichos albergues de parásitos que son los colegios profesionales.
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