REDES TÓXICAS





La jerarquía de los partidos políticos funciona en base a redes de confianza, ensayadas con éxito pretérito por iglesias, mafias, masonerías y similares, que, aunque inspiradas en la amistad, se sostienen, precisamente, por la desconfianza que aglutina a sus miembros. Este cemento constructivo obliga a los líderes a rodearse de gente obediente que además de serlo tienen que demostrarlo. Si esto es así, que lo es, las directivas y sus ramificaciones se componen de miembros cada vez menos facultados, cooptados según la regla de oro de la sumisión que exige que el inferior sea siempre más tonto que el superior. Tan quebradiza estructura tiene muchas posibilidades de fracaso, sobre todo, en tiempo de malas cosechas, porque en la abundancia el poder reparte prebendas que cierran bocas y sostienen estómagos agradecidos.

Cuando, como ha hecho el PSOE en Andalucía, se traslada este modelo a las instituciones, verbigracia el SAS, el funcionamiento se corrompe por el simple hecho de que la incompetencia detenta el poder de decisión y eso es perverso. Una consecuencia lógica de la congruencia de este argumento es que lo único que necesita la sanidad andaluza es airear las redes de confianza generadas en tres décadas de control socialista, introduciendo un sistema de selección transparente. Solo se requiere que los que demuestran más talento dirijan hospitales, servicios y secciones sin intervención del comisario político que ya demostró su ineficacia en la época del movimiento nacional de tan funesto recuerdo.

Ahora bien, al mezclarse los intereses de los que atacan al gobierno andaluz por motivos políticos con las críticas de los críticos que creen en el sistema público, se corre el peligro de hacerle el cardo gordo a la derecha o hacérselo a la socialdemocracia; porque atacando al PSOE como se merece, se boga a favor del PP y defendiendo la gestión de la Junta se aprueba la consolidación de la incompetencia: nudo gordiano que no se resuelve más que como hizo Alejandro. Que quede claro que al que suscribe le gustaría ver sustituido el actual organigrama de la sanidad pública andaluza por otro más impersonal e inteligente, pero no por el que predica la derecha que confunde historias antiguas con razones frescas.

CIRANO

5 comentarios:

  1. Enhora buena amigo Cirano, este articulo debería conservarse en los anales de la buena literatura peridistica. Me sumo a tu opinión con todas las letras.

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    1. iNDALESIO, algo nos agrada cuando coincide con lo que pensamos, sea bueno o no. Con razón de más, te doy las gracias por tus comentarios que vienen a corroborar las razones por las que somos amigos. Y lo hago desde el trabajo extra que realizo esta tarde en detrimento de quien tuvieran contratado y por imperativo legal. Cada vez estoy más convencido que el modelo capitalista es un moribundo asistido al que le alargan la agonía. Lo que haría falta es que sus allegados se dieran cuenta que lo menos doloroso sería la vía rápida; como pedimos para nosotros mismos.

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  2. MANUEL RUIZ BENITEZ17 jul 2012, 20:40:00

    Estimado amigo Cirano, se nota a leguas que estás dolido con la llamada izquierda, como lo estamos todos los que tenemos un sentido progresista de la actividad política sin tener que estar en el pesebre y que profesionalmente hay que darlo "casi todo" todo no, porque te quemas demasiado pronto, lo que hay que seguir siendo es solidario y más con esa profesión que creo tienes, por lo menos por tus acertadas críticas al sistema, que considero acertadas,por lo que de constructivo tiene, sin tener que cambiarlas por las de la otra parte, que lo único que desean es la privatización de ese mismo sistema, con el consiguiente beneficio para el capitalismo que no entiende ni del Juramento como médico ni de solidaridad, ni que lo único importante es sanar al paciente de la mejor y menos agresiva de las formas conocidas y con el menor dolor posible. En definitiva lo que necesitamos es un diálogo con nuestro medico, especialista o sanitario y que nos traten bien, mirándonos a la cara y no sólo a la pantalla del ordenador. Tenéis que saber que los ciudadanos siempre tienen una palabra de aliento y consideración hacia los profesionales de la sanidad, pero lo de paciente que no signifíque sólo PACIENCIA, ya estamos cansado de tanta que muchas veces nos sentimos como un objeto en la consulta. Luchad también, que tendréis nuestro apoyo y solidaridad. MANUEL RUIZ BENITEZ

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  3. Creo que la solución de la medicina es sacarla del ámbito de influencia de los políticos (después de haber trabajado en ello mas de 35 años) el estado debe de inspeccionar, cobrar los impuestos y pagar a quien haga bien su labor, como en otros países de nuestro entorno, Francia, Alemania y un largo etc. Pero no debe poseer en exclusiva hospitales sujetos a la dictadura del tonto de turno donde te pueden quitar un Quirofano para un cáncer de colon y adjudicarse lo a un cambio de sexo

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    1. Vicente, el cambio de sexo sale en el períodico y la cirugía ordinaria no. Parece que estamos de acuerdo que quien intoxica es el político, pero, contestando a Manuel Ruiz, hay que reconocer que no es fácil influir en la cadena estúpida del poder.

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