Acostumbro a salir al campo con un grupo de montañeros, aficionados sólidos, que diseñan rutas tirando más bien a difíciles, salpicadas de detalles culturales, históricos y botánicos, entre otras cosas. Me une a ellos una afiliación de amistad, consecuencia social, profesional e ideológica, pero disiento en el tempo organizativo, ya que se resisten a ceñirse al horario en el que me sentiría cómodo. Quiero decir que no les importa salir a media tarde, andar unas horas y buscar acomodo para pasar la noche cuando ya nos envuelven las tinieblas. Mi ideal campestre prefiere llegar al lugar de descanso alumbrados por la claridad del día para poder escoger el terreno donde instalar la tienda con calma, cerca de un manantial o de una corriente de agua y tener tiempo para solazarse con la puesta de sol, esa sugerente melodía que te invita a meditar sobre tu irremediable ciclo. El caso es que mis protestas empiezan al iniciarse la marcha, se mantienen conforme avanza la oscuridad y se exacerban cuando la incomodidad de acampar a la luz de las linternas me llevan a lamentar¡estoya lo sabía yo! Mis quejas que pudieron ser atendidas en un principio con mensajes de esperanza acaban cuando la evidencia declara que una cosa es lo que a mi me gustaría y otra la realidad. Así, que al final, para cortar discusiones, me dicen que esto es lo que hay al día de hoy y que protestar no mejora la situación.
Sirva este preámbulo para orientar la reflexión hacia el resultado del Congreso del PSOE, colofón de la legislatura y prólogo de lo que va a pasar en Andalucía. También desde muy temprano de esta andadura me venía quejando del recorrido y, sobre todo, del contenido del mensaje socialista. Hartos estamos de vocear en el libelo del Garrotín la deriva de un pensamiento que deriva, precisamente, cuando trata de parecerse a la derecha y se empeña en jugar en terreno contrario. Con esta falta de luz en la que trata de buscar acomodo la izquierda, perdidas las señas de identidad, no quedan más luminarias que las de un PSOE que va dando tumbos por terrenos desconocidos recordando lamentos que en su momento pudieron ser oportunos. Ante la inevitable noche, necesitados de dormir para reparar fuerzas, no queda otro remedio que aceptar que esto es lo que hay en el día de hoy para ver que derrotero se puede tomarcuando amanezca.
CIRANO
Dos voces de alerta, una es que no continues con esos compañeros de montaña, pueden acabar contigo o tu con ellos. la otra es que la socialdemocracia tiene un enorme vacio ideólogico y posiblemente siempre lo tendra. Como me imagino eres de la generacion de los cuarenta lo que vistes o vivistes ya no existe, todo se acabó con la incompleta constitución, así que toca mirar y opinar.
ResponderEliminarDe acuerdo Cué, pero mirando y opinando no se resuelve el paro ni se frena la degradación de la educación y de la sanidad publicas. Lo de los estudiantes de Valencia hay que seguirlo de cerca, recuerdan mucho nuestras carreras contar los grises, con la diferencia de que ni siquiera los grises eran tan agresivos y ningún Jefe de Policía se atrevió a tratar a los estudiantes como enemigos
EliminarEstimado Sr Cirano
ResponderEliminarTras leer su interesante reflexión, se me ocurre que sus problemas de identificación frente a los otros muchos ámbitos compartidos a los que alude en relación al grupo de montañeros y al PSOE reside en un paso previo -imprescindible en cualquier empresa colectiva- que es la de compartir objetivos.
A pesar de que no pertenezco a ninguno de esos dos grupos, me da la impresión de que para los montañeros el objetivo de salir al campo no es llegar a un lugar y/o contemplar la naturaleza meditando en solitario como Vd. desea, sino compartir, alegremente y en grupo, un recorrido.... Tal vez lo importante para ellos sea el recorrido: un camino disfrutando de la mutua compañía, y la noche no es un obligado descanso para reparar fuerzas, sino un momento de especial identidad común, enraizado en la ancestral empatía de un grupo humano que se reúne frente a un mundo externo hostil en torno a una hoguera protectora.
Respecto al PSOE, me temo que la diferencia de objetivos es mucho mayor: a Vd le mueve implementar prácticas de bienestar social y justicia para la mayoría de la población, sin privilegiados, mientras que el objetivo del PSOE es obtener cuotas de poder.
Sin ánimo de imponer mis ideas, le sugiero que trate de compartir el punto de vista de su grupo de montañeros haciendo del camino en grupo el objetivo de la marcha, o bien que negocie con ellos alternar esas "marchas antropológicas" con otras "estilo Cirano"
Respecto al PSOE..... pues ¡que quiere que le diga! no tengo "tripas" para aconsejarle que cambie sus objetivos y luche por obtener su sillón, así que solo cabe resignarse a lamentar la deriva que lleva.... o ponerse a cavilar sobre como hacer saltar una roca haciendo entrar agua por debajo....
Trivia Trioditis
Perdón, ¿sería posible que pusierais el reloj en hora?. Gracias. Salud
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