DESMONTANDO LO CADUCO

La paradoja de la dicotomía




Visto que aún necesitamos agitar mucho más nuestras conciencias como ciudadanos a la vez que aumentamos el espíritu crítico en la sociedad civil, tan necesario y vital, me dispongo con mi habitual osadía de nuevo a contribuir a ello.
En primer lugar y antes de entrar en la idea sobre la que hoy me gustaría reflexionar, me declararé abiertamente muy contraria a los simplistas sectarismos que desgraciadamente todavía abundan en mi opinión en demasía, por cierto, incluído el garrotín, ejerciendo en este caso el más extremo de los ejercicios críticos dedicaré solo algunas letras a hacerlo incluidos nosotros mismos.
La dialéctica dicotómica derechas e izquierdas en política para la inmensa mayoría de los ciudadanos, entre los que desde luego me incluyo, no está vigente desde mi punto de vista hoy día. Creo que generaciones posteriores a las del 68 hemos podido comprender algo que me gustaría poner sobre la mesa y que a la vez enlaza con la idea que después intentaré defender a modo de tesis.
Los políticos utilizan la dicotomía para su beneficio pero está claro que no es real, es una falacia actualmente, ya no quedan muchos ciudadanos de derechas y de izquierdas, afortunadamente, ese discurso está caduco y no es necesario confundirlo con una crisis ideológica ni de valores ni mucho menos. No, no es ese el caso…
Buena prueba de ello es que ni los propios profesionales de la política saben ya qué hablan… si alguna medida es de derechas o de izquierdas, ¿como podemos llamar hoy en día a los socialistas que nos gobiernan? , de izquierdas quizás!!!, no creo que nadie tuviera tal desacierto no?
De esta manera, hemos visto como en los últimos años se han ido reduciendo los presupuestos a costa del bienestar de los ciudadanos, destinando recursos a la salvación de Bancos quebrados, reduciendo salarios a los funcionarios, congelando las pensiones, preparando el aumento de la edad de jubilación y sobre todo aumentando las desigualdades y la precariedad de los ciudadanos , sin embargo, algo muy grave desde mi punto de vista, escandalosamente grave, es el impulso que llevan realizando durante muchos años a la más mortal de las privatizaciones, la privatización del sector público ( sanidad, educación, etc ) al servicio del partido que nos gobierna para manejar a la población con el único y perverso objetivo de ganar elecciones.
Y… bién, yo me pregunto, es esto último de izquierdas? O quizás de derechas?? No tiene ningún sentido plantearlo en estos téminos de dicotomía, sino que sencillamente se trata de uno de los mayores escándalos del expolio del llamado estado del bienestar.

Cande. Gasbe



3 comentarios:

  1. En los movimientos sociales, " en el espiritu crítico de la sociedad civil," post-sesentaiochista tenemos puestas todas nuestras complacencias.Adelante, porque es urgente rearmar ideologicamente a los disconformes con el estado de la cuestion en el mundo, a los defensores del estado de bienestar. ¿ Una relectura del marxismo con lentes siglo XXI ?

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  2. IZQUIERDAS Y DERECHAS
    La realidad es el compromiso de un proceso en evolución. Desde los griegos se sabe que no se baña uno dos veces en el mismo río, porque el tiempo impone sentido a los acontecimientos. La historia se ocupa de analizar cómo fueron y no cómo pudieron ser las cosas. Reconocer que había otras opciones a las que se tomaron, legitima defender propuestas distintas a las que se le ocurren a los políticos. Antes de la transición estaba claro lo que significaba izquierdas y derechas, lo que era un rojo y lo que era un fascista. La gente sabía lo que defendía, pero ahora a la izquierda le quema esta palabra en la boca y la derecha huye como de la peste cuando la colocan en su sitio.
    La vocación de la izquierda es socializar, la de la derecha clasificar. La izquierda defiende lo público, la derecha lo privado; la izquierda la cultura, la derecha la erudición; la izquierda el laicismo, la derecha la religión; la izquierda el amor, la derecha la guerra; la izquierda previene con el preservativo, la derecha con la abstinencia; la izquierda diluye fronteras, la derecha marca territorio; la izquierda duda, la derecha afirma; la izquierda cambia, la derecha perdura; la izquierda siembra, la derecha recoge; la izquierda propone, la derecha dispone.

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  3. ¡vaya ejemplo de dicotomias, Cirano!

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