CRECED Y MULTIPLICAOS







La principal estrategia para la supervivencia de la especie (de cualquier especie) es la procreación. Se supone que a más individuos mayor capacidad para explotar los recursos. Siguiendo este esquema simple la dictadura planeó levantar el país tras la desgraciada guerra civil con premios de natalidad olvidando que eso se cumple mientras haya medios con los que mantener a la prole porque cuando escasea el trabajo el pueblo no levanta cabeza por mucho que fecunde. En una publicación reciente de Lancet (July 14, 2020 https://doi.org/10.1016/ S0140-6736(20)30677-2) varios autores liderados por SE Vollset DrPH del Institute for Metrics and Evaluation de la University of Washington predicen importantes cambios demográficos para las próximas décadas: “Es probable que la población mundial alcance su punto máximo antes de fin de siglo. Una vez que comience la disminución de la población mundial probablemente continuará descendiendo inexorablemente. Dentro de la disminución de la población mundial total algunos países mantendrán a sus poblaciones a través de políticas de inmigración liberales y políticas sociales que ayuden a las mujeres que trabajan a alcanzar el tamaño de familia deseado. Es probable que estos países tengan un PIB global mayor que otros países, con los diversos beneficios económicos, sociales y geopolíticos que conlleva una población estable en edad laboral”.
Los investigadores prevén un declive del crecimiento poblacional sin alteración del modelo económico, lo que viene a ser un problema añadido. En ambientes agrícolas empobrecidos puede que todavía tenga valor la mano de obra, pero en industria y tecnología es determinante el talento y mucho más la situación de partida. Como se sabe, en las competiciones de velocidad de coches y motos se realizan series clasificatorias que definen el orden de salida en la carrera principal. Las series clasificatorias para proponer la parrilla de salida en la competición de la vida se realizan sin la participación de los interesados porque es la situación familiar quién la determina. Desde que se tienen datos de sociedades organizadas no se ha hecho nada significativo para modificar el determinismo social. Con la disminución de la población mundial no van a cambiar radicalmente las condiciones consolidadas como advierten los investigadores, ya que los que sufren restricciones económicas y educativas no cuentan con medios para modificarlas.
Es posible que ya se estén dando los primeros pasos para invertir la tendencia de la fuerza procreadora y a partir de ahora sean los ricos los únicos interesados en multiplicarse al ser los que cuentan con medios para sacar adelante a la descendencia. Es posible que un modo de eliminar la desigualdad estructural sea organizar sociedades desclasadas en las que la mano de obra se sustituya por máquinas. Lo que no parece probable es que los pobres tomen el poder por la fuerza o que los poderosos cedan lo que consideran patrimonio inalienable. Habrá que ver cómo acusan las distintas clases sociales el vendaval de la pandemia, cómo se las arreglan para sobrevivir los que sobrevivan al virus y si tras la convalecencia les quedan ganas de reproducirse.
CIRANO

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