HAYA PAZ







Hay tres sucesos sorprendentes que la física moderna describe pero que no entiende. Son, la inestabilidad de las partículas elementales y la lógica que las guía; el carácter histórico del Universo, su principio y su fin; y la vida, es decir, la ruptura de la tendencia entrópica del tiempo, con la evolución como único proceso ordenado que se abre paso en un universo dirigido por la entropía. Desorden en lo microscópico, desorden en lo cosmológico y orden fugaz en el planeta Tierra. Demasiado desorden nos rodea para que en medio del caos que genera el virus vengan unos señoritos gruñones a complicarlo todavía más. Las dos Españas que Machado lamentaba no han sido capaces de ponerse de acuerdo, ni siquiera para conjurar un peligro que ataca a ambas por igual, porque la de la crispación no quiere. Con gente tan irresponsable como esa derecha eternamente enojada es imposible entenderse porque no aceptan más razón que la suya. Quizá el error de la España sensata sea dejarse engatusar por el supuesto ardor patriotero de quienes no acaban de superar sus contradicciones. No parece oportuno sacar las navajas ni esgrimir reproches basados en mentiras cuando están en juego tantas cosas comunes, desde la salud al empleo. Lo que se necesita en momentos en los que todos estamos amenazados es solidaridad sin fisuras, tan alejada como sea posible de cualquier sesgo partidista. Pero es que, además, la gestión del gobierno está siendo correcta y moderada, digan lo que digan los energúmenos.
La expansión de la pandemia era algo que podía pasar y ha pasado, como ocurrió no hace mucho con el incendio que arrasó Australia. La desigualdad y la avaricia del capitalismo traen estas cosas. Si no se aprende a priorizar lo importante habrá que lamentar lo excusable. No creo que sea el mejor momento para desacreditar al ejecutivo con propuestas tan banales como izar banderas a media asta o recurrir a la saga de privatizadores sanitarios cuando lo que se necesita son gestores que prioricen lo público (servicio) sobre lo privado (negocio). Habrá que esperar a ver cómo resuelve la crisis Estados Unidos para validar la doctrina liberal que aplican manu militare. Parece que lo razonable sería asumir las indicaciones de los científicos sin prestar atención a la caterva de predicadores que en el mejor de los casos desconoces los datos reales. Aunque muchos diputados confundan los escaños del parlamento con las gradas de los campos de fútbol, lo que procede es escuchar y obedecer en lugar de increpar al árbitro porque, entre otras cosas, se van cumpliendo las previsiones sin que se hayan producido situaciones de desabastecimiento o falta de atención sanitaria; y el virus parece que va de retirada.
CIRANO

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