QUE CADA CUAL HAGA LO QUE PUEDA




Estas reflexiones, pretendidamente materialistas (aunque en el fondo son moralizantes), además de pobres son apresuradas. Les falta el sedimento erudito y la base científica que las acredite. Son apuntes de filosofía barata difundidos a través de un medio tan voluntarioso como humilde. No tienen otra intención que proponer ideas que puedan interesar a alguien que acaso las leyera, pero se atreven con todo.
El Universo es un sistema abierto, extraordinariamente complejo, que evoluciona sin plan preconcebido. El artículo cuyo enlace se adjunta, publicado por Wait But Why, afirma que hay cien planetas similares a la tierra por cada grano de arena de todas las playas del mundo y se pregunta por donde andarán sus habitantes.
Adjudicarle un destino al Universo no solo implica reconocer un creador o creadora de perfil humano, sino también imaginar lo que piensa. Como no existe un solo ápice de verosimilitud en ese supuesto hay que conformarse con aceptar que tal inmensidad carece de sentido. La vida es un proceso físico colateral sin otro objetivo que mantenerse. Los individuos sirven para sostener las diferentes cadenas de vida de las especies que como se sabe desaparecen cuando no pueden más. El éxito de cada una de ellas se mide por la capacidad de expandirse impulsada por el instinto de supervivencia que no es otra cosa que egoísmo.
El egoísmo resulta del miedo a no ser que esconde la vida como contrapeso de la satisfacción de vivir. El pensamiento reflexivo es tan intrincado que es capaz de generar temor a la nada cuando el vacío debería atraer con la pasión que manifiestan los agujeros negros al tragarse las galaxias. Ese temor es lo que impulsa los deseos de mantener la propia vida y perpetuar la especie. La nada se conjura procreando, ya sea por transmisión de genes o por generación de ideas.
Cada organismo vivo es un sistema abierto que mantiene un estado estacionario alejado del equilibrio, sostenido gracias a miles de millones de reacciones bioquímicas acopladas. La compleja maquinaria del metabolismo que aparentemente funciona con una fiabilidad milagrosa sufre innumerables fallos de los que se recupera utilizando mecanismos tan complejos como los que fallaron. Es decir, la vida de cualquiera de los humanos depende más de operaciones correctoras que de aciertos primarios.
La estabilidad de los modelos políticos también depende del servicio de mantenimiento y de su capacidad de neutralizar disfunciones como abusos, injusticia, corrupción. La democracia deberían aspirar a hacerlo con la honestidad de los sistemas biológicos sin esconder la basura bajo la alfombra. Como el resto de los organismos vivos, las sociedades humanas persiguen expandirse física e intelectualmente, para lo que no existe otro procedimiento que la reproducción sexual y el pensamiento. Mi recomendación es que se ensayen ambas estrategias creadoras, cueste lo que cueste. El capitalismo gestiona estos asuntos como transacción de carácter económico y al socialismo le gustaría que saliera de barato. Que cada cual haga lo que pueda.
CIRANO

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