CHÁCHARA




Estoy convencido que existen pocas cosas más bellas que las palabras y sus usos. En especial por ser el instrumento de entendimiento entre las personas, esencial al menos para mi, y por la propia estética de su utilización , ya que su combinación lleva en sus entrañas mensajes, que aun siendo complejos son transportados con gran facilidad tanto en su contenido como con su soporte. Imagino el esfuerzo de sus comienzos, la cantidad de evolución que se tuvo que desarrollar para llegar a un acuerdo que permitiera entender los mensajes que llevaban dentro. Y también la involución que se produce con ese fenómeno que llamamos edad, con olvidos confusión e imposibilidad de realizar discursos largos producido por la degradación del sistema cognitivo. Quién de nosotros, mayor de los sesenta y cinco años de edad, no ha sentido mientras largaba una perorata , que se le iba la idea que quería manifestar delante de amigos, luego balbuceaba para disimular el enorme vacío que le quedaba en su mente y eso que existen muchos humanos con bastantes recursos fruto de la repetición de bastantes situaciones parecidas. Un ejemplo muy al uso, sería la del Presidente M.Rajoy, cuando intentó mandarnos un mensaje que aun hoy ignoramos su contenido, pero que venía a decir “Cuanto peor para todos, mejor. Mejor para mi.....” Nadie aun sabe que quería decir, pero lo seguro es que se produjo un llamativo vacío en su ya difícil lenguaje y en su capacidad de transmitir algún pensamiento profundo.
Por contra este mismo grupo de provectos compañeros, aunque quizás en menor número, disfrutan y se sienten más cómodos con el uso de las palabras escritas, ya que tenemos más tiempo para valorar que es lo que desean decir, buscamos en su biblioteca mental la palabra adecuada, y corregiendo cuando se lea los posibles errores. Todo esto te llevara a encontrarte más cómodo con la palabra escrita, y como además vas siendo cada vez más viejo, usaremos con mayor asiduidad el intercambio de ideas con el soporte analógico. Este proceso lo he denominado, perdón por la vanidad, Síndrome del modo Mudo, y entra en lo que se denominó procesos evolutivos de Darwin, así que gradualmente el sistema fonador se ira modificando con severas atrofias orgánicas, y los políticos tendrán que mandarnos sus propuestas por escritos, con lo cual la posibilidad de descubrir falsos profesionales será más fácil y quedaran las hemerotecas para levantar actas de sus descarados errores, y eso que sospecho que las construcciones gramaticales se corregirán de forma automática porque si no la que nos  esperan será de órdago la llana.
INDALESIO Enero 2018


3 comentarios:

  1. Merece la pena gastar unos minutos en leer este articulo

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  2. Describes muy bien lo que nos pasa cuando llegamos a de terminada edad. Comparto lo de ver las cosas por escrito. No soporto leer en un monitor más de una pantalla. La lectura me ayuda más a reflexionar. Gracias por tu talento

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  3. Agamenón, sería menester que entre los hombres la lengua nunca tuviera más valor que las obras, sino que, cuando uno ha actuado bien, debiera expresarse bien, y, caso de obrar mal tuviera palabras flojas y nunca pusiera ensalzar la in justicia,

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