En la Edad Media (EM) el
espectro del cristianismo dominaba Europa en el mismo sentido que
ahora lo hace el capitalismo. El súbdito europeo de esa época vivía
sumergido en creencias generales que asumía sin rechistar porque no
existían alternativas. Con el Renacimiento primero y la Ilustración
después aparecieron orillas por las que desembarcar del océano
ideológico al que no se le conocían límites. Cuando los más
atrevidos plantearon las preguntas elementales, se abrió un diálogo
largo que se cerró cuando dos bombas atómicas cayeron sobre
población civil al otro lado del mundo. Varios siglos después de la
cosmovisión escolástica se vuelve a imponer un discurso totalitario
que no admite réplicas. Como pasaba en la EM, el ciudadano de hoy se
ve sometido a un credo único que de momento no encuentra oposición.
Se trata del capitalismo, ese mar al que no se le ven orillas. Eso no
se discute. Salvo pequeñas islas donde se practica otro tipo de
régimen, el mundo está regido por el Liberalismo Democrático,
eufemismo equiparable al de Catolicismo Ecuménico que reinaba en la
EM con cuyo funcionamiento también guarda similitudes.
La hipótesis que
planteo es que de la misma manera que degeneró el reino de la fe, lo
va a hacer el del capital porque ambos sistemas portan el gen de su
destrucción que no es otro que la corrupción.
Hay varias líneas de
pensamiento con las que se puede seguir la trayectoria de la
humanidad: i) la evolución es un proceso que va de lo aleatorio a lo
cierto: una colonia de bacterias depende más del azar que un
colectivo humano, ii) la ciencia es un instrumento que coadyuva a la
evolución procurando el paso de lo emocional (contingente) a lo
racional (certero), iii) la cultura de los pueblos sigue una
trayectoria ascendente que conduce al conocimiento: cualquiera de
nosotros sabe más que un troglodita, iv) el bienestar como compendio
de todos los logros humanos se extiende por el planeta como una
mancha de humedad: lenta pero imparable. El resumen de esos
marcadores de progreso es que, aunque sea a duras penas, la verdad se
va imponiendo a la mentira (Darwin es más creíble que el Génesis)
y la honradez a la corrupción (se van sentando políticos y
banqueros en el banquillo).
Pero existen otros
indicadores de esperanza. La globalización, por ejemplo, se
contradice con el liberalismo ya que el comunismo de empresas
concilia mal con la libertad de expresión. Hay más gente que conoce
los maniobras de Monsanto que lo que podía saber un erudito de los
tejemanejes de los Borja en 1492. Cuando se consiga ordenar el
anarquismo de la red y surjan líderes más creíbles que los que nos
gobiernan o aspiran a hacerlo, la sabiduría popular (voz del pueblo
voz del cielo, dice la copla) impondrá su cordura, porque la
implicación ciudadana es otro indicador que avanza. Una de las
facilidades que ofrece el libre tránsito de ideas es que las
tonterías lleguan a audiencias amplias, la contrapartida es que eso
se paga como se está viendo.
Si se pudiera preguntar
a un ilustrado del siglo XIII sobre la posibilidad de fractura del
poder papal, seguro que respondería que esa eventualidad era
imposible. Los ejecutivos de las multinacionales no creo que estén
tan seguros de la estabilidad de su puesto pero ven poco probable que
el sistema se desinfle a corto plazo. Tampoco se veía salida
inmediata a las fiebres puerperales o a la peste negra pero llegó la
asepsia seguida de los antibióticos y mejoró el panorama como por
encanto. Hoy se tiene la sensación de que puede pasar de todo y en
ese todo se incluye el desgaste del capitalismo por exceso de
confianza. Otra de los presagios que ofrece el análisis ingenuo de
la vía evolutiva es que lo que ha de venir será mejor que lo que
hay, lo cual significa que disminuirá la desigualdad acercándose a
la equidad, porque capitalismo honrado es socialismo.
CIRANO
Estimado Cirano: Cada día aprende uno más historia que nos daban en los colegios, por supuesto franquistas y años después en libertad. El artículo de hoy me ha despejado algunas incógnitas sobre el cristianismo ecuménico, que dado mis cuitas ateístas no profundizaba en ello. Gracias querido amigo por seguir aprendiendo en tus relatos científicos. MANOLO Ruiz
ResponderEliminarTengo dudas acerca de que un artículo de opinión se pueda calificar de "relato científico" pero, en cambio, tengo clarísimo que el autor no tiene ni idea de Historia, no solo en cuanto a Ciencia que estudia la evolución de los procesos de las comunidades humanas a lo largo del tiempo y el espacio, sino -ni siquiera- en cuanto a la sucesión de los hechos y los equilibrios de poder a lo largo de los 1.000 años (476-1453) y los extensos territorios de Europa (10,18 millones km²) que la historiografía clásica denomina Edad Media
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