¡De qué si no se puede
hablar en estos momentos!, creen acaso los catalanes que los demás
no sentimos desasosiego por la situación creada, pues deben
enterarse que hasta nuestras casas han llegado la interpretación de
los acontecimientos del conflicto catalán, y como todos estamos
sumergidos en una terrible confusión.
En primer lugar porque
jamás aclaran los términos en que usan determinados vocablos, unos
hablan que son Nacionalistas y otros que quieren el Independentismo,
por no decir cuando hablan de soberanismo.
Los conceptos de
Nacionalismos comenzaron con la Ilustración y como hemos padecido
bastantes desgracias, pasó con más pena que gloría por nuestra
vida cultural sin hacer mella en nuestras vidas. Es en la Revolución
Francesa donde se fermenta por mimetismo los conceptos ideológicos
del Nacionalismo y asienta en el la forma de Nacionalismo liberal
donde tiene protagonismo el individuo por encima de los pueblos, y es
en ese formato donde empieza a calar en Cataluña. Pero es en los
albores del siglo XX cuando empiezan a crearse las primeras naciones
en los territorios del Báltico, que ya todos sabemos como
terminaron, por generar un sentimiento de independentismo para la
segregación de los estados.
Es Carlos III que en su
desmedido empeño por la cultura ordena la implementación del habla
y cultura castellana, creando una confrontación con las regiones de
cultura propia como eran los catalanes, vascos y gallegos. Pero los
Nacionalismos no llegaron a implantarse y a lo más que se llegó es
desarrollar es a un federalismo de nacionalidades que cuidara las
peculiaridades de cada región. Por contra los Independentistas,
asumieron parte del cuerpo teórico del Nacionalismo, lengua y
religión y aplicaban su poder ejecutivo con la autodeterminación,
algo que en Cataluña no se daba ya que ni es un pueblo sometido ni
existe colonialismo.
El tema así planteado
resulta que es tan ambiguo que más parece un revuelto o refrito de
ideas que no ideología, y del soberanismo, a saber asunción de todo
el poder ejecutivo político. Algo que en realidad no se puede dar,
porque el capitalismo ni lo desea ni lo permitirá, solo quizás para
que jueguen los burgueses de posición social elevada.
¿Como van a entender la
clase trabajadora este entuerto, y para que les va a servir a ellos?
Hablan los nacionalistas de democracia y de libertad y yo les digo,
¿democracia para imponer la cultura o quizás el poder político?
Llama también la
atención la combinación de nacionalismo y república, en especial
porque las repúblicas suelen ser laicas y la propuesta catalana se
encuentra más cómoda cerca de la Iglesia.
En fin, considero que por
mucho que mejoré la situación poco van cambiar los
posicionamientos de uno y otros, salvo que el autentico enemigo, ese
ladino vago y escurridizo que habita en la Moncloa cometa muchos más
errores y que todos cansados de su estulticia lo manden de donde
nunca debió salir, de la misma ….
INDALESIO Nov. 2017
Indalesio , hace tiempo que ese artículo debió conocer la ciudadanía. Tenemos una falta de cultura histórica, los medios tergiversan incluso la cultura en beneficios de sus patrocinadores y editorialistas . Los demás nos enfrascamos en discusiones con pocos análisis históricos y no digamos marxistas, pero eso es lo que existe en el mercado de las ideologías. Espero que se inicie una discusión aunque tenue pero profundizando en los hechos históricos
ResponderEliminarManuel ojala hubiese una visión histórica de loa acontecimientos que hemos y estamos viviendo, pero me temo mucho que se ha dado de lado el materialismo histórico y dialéctico. Ahora solo valen maniobras disolutas del mas rancio liberalismo, y ya a estas alturas solo me producen risas por no llorar.
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