En
otros tiempos no me hubiese preocupado, ahora con la herramienta
disuasoria de la llamada ley mordaza, la cosa podría ser más
llamativa, porque en cualquier momento con su simple mención produce
miedo. Pero que quieres que diga, los ciudadanos del estado continúan
mirando para otro lado, y si toca perder derechos o recibir salarios
bajo mínimos pues es lo que toca.
Pero
muchos sabemos que la cosa está cambiando, aunque frecuentemente
escuchamos eso de que este país no tienen enmienda y es una mierda.
¿Y como se nota que la cosa se está modificando?
Sabemos
que el capitalismo es rocoso y no tiene sentimientos, unas veces va
por delante de los acontecimientos generando sufrimiento y en otras
ocasiones se queda retrasado rearmando sus futuras acciones de
castigo con los pagos de tributos. Pero siempre tiene un único fin,
la explotación del trabajador por cuenta ajena que alimenta los amos
de los medios de producción. Pero sospecho que el capitalismo debe
tener los días contados, bueno no los días sino los años, pero su
fin ya esta anunciado. Los porqués son obvios, los sufridores somos
más y conforme pasé más tiempo y la salud económica se
resquebraje con mayor intensidad, el poder de los amos se ira
desmembrando y pasara a la República de los ciudadanos.
En
el otro lado, el de los sufridos ciudadanos que reciben los
emolumentos justos para que por vía fiscal e impuestos les sean
retirados en la proporción necesaria para que te quede lo justo para
comer y sobrevivir , también van cambiando y se espera más de
ellos. Los partidos políticos se van degradando por el desprestigio
ideológico y por los abusos de las mesnadas y puertas giratorias,
por la cual se espera que en un futuro no tan lejano igualmente se
vayan desapareciendo y disminuyendo como arma de administración de
poder. ¿Así pues que queda?
Queda
la gran masa de ciudadanos que aun no es consciente de enorme poder
que atesora. El día que el pueblo trabajador se de cuenta de la
capacidad que tiene para poder gestionar la administración de lo
que son los bienes públicos. Ese día el capitalismo se desmoronara
y perderá todo el poder, y además no por las bravas sino por
perdida en las urnas con un número aplastante de votos.
Solo
queda que los ciudadanos se den cuenta del potencial que atesoran y
que por el convencimiento de sus capacidades y deseos, en la
elecciones del año oportuno voten y demuestren, su gran capacidad de
solidaridad. Solo tienen darse cuenta de su poder, votar programas
concretos que reparta la riqueza, y olvidarse de las siglas de los
partidos sean el motor del cambio. Una vez conseguida la mayoría
del parlamento, entonces que cuadren los políticos dispuestos a
cumplir los programas.
INDALESIO
. Agosto 2017
El tratado elemental de sicología que es la Biblia destaca la envidia como principal debilidad humana en el plano personal y el miedo en el colectivo. Enseña que para dominar al pueblo se debe acrecentar el miedo y para doblegar al individuo estimular la envidia favoreciendo el individualismo. Ni que decir tiene que la autoridad que dibuja el libro sagrado considera al pueblo como enemigo acreedor de un castigo. Así lo manifiesta el Génesis en el relato del Paraíso: antes de empezar su andadura el primer hombre se hace culpable de querer emular a Dios por lo que se castiga a él y a toda su descendencia.
ResponderEliminarEntiendo que el sistema capitalista es el que mejor reproduce la enseñanza bíblica de que la autoridad no está para educar sino para castigar. Para educar están los filósofos que si quieren ser considerados como tales deben enfrentarse a la autoridad. El sistema que más pervierte a sus súbditos es el más fuerte. El liberalismo de hoy aboga por ciudadanos débiles dirigidos por élites afines. Por eso se atenta contra la base del poder ciudadano: educación , salud, responsabilidad, solidaridad, sustrayendo recursos con los que se financian los desfalcos de la banca. Lo perverso de la situación es que la sociedad no responde porque teme perder comodidad. El capitalismo nunca se ha opuesto al tabaco, alcohol, drogas o sedentarismo ya que lo que hace débiles a los ciudadanos hace fuertes a sus explotadores.
Bien, parece que el comentario de Cirano complementa el articulo de Indalesio. Ni incluso se amplia, parece distintas visiones de un mismo tema. Bueno eso me da que pensar, si los dos habituales cronistas son la mismas persona o bien son muy buenos y compartidos amigos. Bien muchos deberíamos dar opiniones por escrito y ser complementos.
ResponderEliminarDentro de la vida que es depredadora por naturaleza, el hombre es el producto evolutivo que puede regirse por la razón en lugar de por la violencia. No obstante los pueblos llamados civilizados han explotado e, incluso, exterminado a los primitivos por la sencilla razón de que estaban menos avanzados que ellos. A caballo entre invasión armada y colonización ideológica el capitalismo que es una maquinaria transnacional con sede en Washington se impone con armas más refinadas como son la tecnología y la globalización. Hay que agradecer al consumo que no les interese diezmarnos porque nos necesitan, pero la salvación depende del esfuerzo que estemos dispuestos a hacer para implicarnos en la concienciación de la sociedad que, como bien dice el amigo Arsenio Cué, se puede hacer desde plataformas tan humildes como El Garrotín.
ResponderEliminarSí, complementario y qué buena descripción de la realidad.
ResponderEliminarOjalá, Indalesio, el capitalismo tenga los días, años, contados...