BAJO LOS ADOQUINES ESTÁ LA PLAYA





Así rezaba el grito de guerra de una de las últimas revoluciones que tuvieron apoyo popular. Entonces con herramientas ideológicas se accedía al poder, aunque se ejercía poco. Era el estandarte para las revoluciones de algunos segmentos de la sociedad, en especial jóvenes y obreros, y además  el capital se cuidaba mucho de compartir sus ideas con los ideólogos. 
Por aquel entonces sabíamos todos de que iba la lucha de clases, el materialismo dialéctico y el materialismo histórico, y se consideraba una herramienta necesaria para hacer políticas de izquierdas y agrupar apoyos para acceder al poder y defender a los desfavorecidos.
Reapareció a principio de los años setenta un partido con historia que decía defender los intereses de las clases populares, el Partido Socialista, comandado por un grupo de socialistas del interior y localizado su mayor grupo en la ciudad de Sevilla. Esos socialistas, fueron los que sospechosamente decidieron desmontar el Marxismo del cuerpo ideólogico del Partido Socialista Obrero Español, pero no para sustituirlo por otro, porque no existía, sino para apoderarse y hurtar una herramienta de gestión y ejercicio del poder, la socialdemocracia. Y digo sospechosamente porque nunca lo definieron con claridad, ya que como le pasó a los sindicatos querían poder acceder al voto del mayor numero posible de clases sociales. Y de esos polvos vienen esos lodos, un Felipe Gonzalez impulsor de políticas tibias, que permitía la alternancia de poder con los conservadores, se encontraba a sus anchas y muy satisfecho del ejercicio del poder que había preparado y aplicado, hasta que se encontró con una derecha corrupta, descarada y torpe que se hundía en el lodo del ladroneo y entonces perdió el norte apoyando el ejercicio del poder de estos granujas .
Solo que le salió un gallito que negó prestar su apoyo y el de su partido a los conservadores y se armó la marimorena. ¿Cómo es posible que se ponga en duda las recomendaciones de nuestro ínclito padre Felipe?
Y comenzó la terrible descomposición del partido que quiso pero no pudo , que se convertirá en una social-democracia paniguada que negociara con la derecha cada vez que los necesite y que nunca más volverá a conseguir un poder para defender las clases necesitadas.

INDALESIO OCTUBRE 2016


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