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Siento en muchas
ocasiones sensaciones de engaño, pero que digo, sensaciones no,
auténticas mentiras. Quiero decir más, los mayores pilares de la
vida de este nuestro mundo, están sustentados por grandes porciones
de equívocos y mentiras que dulcifican y acidulan nuestras vidas
para que sean más digeribles.
No me queda más remedio
que hacer referencia a la lucha de clases como elemento único de
movilización de nuestra sociedad. La confrontación entre los
poderosos y los que nada tienen ahora y en un futuro, es el único
motor para dinamizar la sociedad. Pero cuando uno de los elementos de
la confrontación se debilita, confunde o se abstiene, se produce un
desequilibrio que agota la lucha. ¿ Que como reacciona ? Sacando a
la luz, para consumo generalizado teorías baratas y con pocos
fundamentos científicos. Véase como uno de los muchos ejemplos, la
globalización mal entendida, algunas ONG que con sus acciones
limitan y silencian la capacidad de reacción de los desfavorecidos,
las luchas para la defensa del cambio climático y un largo
etc..generados por los poderosos y que son utilizados como moneda de
distracción desde los detentadores del poder económico. Cuando los
años pasan y las políticas de distracción se asientan, producen
una especie de vértigo que inducido por la asunción del poder queda
libre para continuar siendo explotado por los poderosos.
Así lo manifiesta Alain
Badiou en su “Atrévete a ganar” donde describe tres formas
distintas de sufrir derrotas, la derrota directa producida por los
enemigos, la derrota producida por la propia victoria y la tercera
como tentación del sacrificio del vacío, esta incapaz de poner un
orden social verdaderamente alternativo por el miedo a ganar. Esta
última muy conocida en nuestro entorno y que bien gestionada podría
dar buenos resultados, ya que mantendría una distancia respecto al
poder del Estado y se crearían espacios sustraídos al Estado .
En conclusión, algo le
esta pasando a los socialistas, porque bien se sabe que después de
una gestión política autoritaria y restrictiva, es bastante
propicio que se cambié y facilite por otra gestión de modelo social
y progresista. Pero aquí no, y estos señoritos bastantes
aburguesados les ha aparecido el vértigo a ganar, difuminando la
confrontación de clases en el confort de las discusiones banales del
parlamento, que solo sirven para alimentar los monstruos que llevan
dentro y con altas remuneraciones.
INDALESIO Agosto 2016

Lúcido análisis, amigo Indalesio. Está muy bien usar el paradigma de "la lucha de clases" para entender lo actual.
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