EL PARTIDO DE LOS VALORES CÍVICOS (PVC)




En España persiste la creencia de que la moral católica debe ser el referente de conducta. Eso es un error como lo es dar dinero público a colegios confesionales. Por poner un ejemplo de lo peligroso que es educar en base a creencias en lugar de conocimiento se puede recordar el saludo que inculcaron a los de mi generación y varias posteriores alusivo a la virginidad. Aunque parezca inocente, el ¡Ave María purísima! y su respuesta ¡Sin pecado concebida! encierran el mensaje inequívoco de que excepto María todas las madres pecaron al concebir, cosa de la que no se acusa a los padres y que refuerza el mandato de sumisión del matrimonio cristiano. Con estos subsuelos en la mente no es de extrañar que haya tanto bruto que se considera superior y con derecho de posesión. En un estado laico y aconfesional como es el español no cabe ningún tipo de enseñanza religiosa en el currículum de la escuela elemental. El adoctrinamiento que se haga a título personal.
Las creencias religiosas se administran en ayunas y actúan como las vacunas creando anticuerpos que entorpecen el entendimiento de los valores cívicos. La religión católica alimenta una moral basada en equívocos que revisa según convenga. Baste recordar la hoguera que quemó a Giordano Bruno o la oposición cerrada a la rotación de la tierra. Nos inculcaron la creencia angustiosa de un infierno que ahora se ha apagado y nos persiguieron con la mentira de que del purgatorio se sale comprando indulgencias. Una moral basada en tanto embuste no puede ser sólida. La moral es el respeto a las leyes, la educación cívica y la generosidad. El egoísmo religioso que persigue la salvación individual es contrario a la solidaridad que demanda la vida en común.
Los acontecimientos históricos son pausados, más bien lentos si se exceptúan las revoluciones, pero tienen un comienzo que, como el nacimiento de los ríos, puede consistir en un simple hilo de agua. El aumento del caudal, la formación del lecho que genera vida a lo largo de su recorrido necesita otras fuentes y otras corrientes. Tampoco debe olvidarse que cuando más agua fluye es después de las tormentas.
El desmadre del capitalismo tras el fracaso del socialismo soviético está provocando tormentas que deben aflorar como nacimientos del gran río social tras la sequía del liberalismo. La estrategia del capitalismo consiste en defender que el contrapunto de lo malo es lo bueno. Haciendo creer que lo otro es malo provocan la sensación de que lo suyo es bueno. No se esfuerzan en definir ni sostener principios sino en descalificar al contrario. Utilizando esa misma táctica se podrían enumerar los abusos, que no errores, cometidos por los partidos que luchan por objetivos de poder. Buscar el poder partidista como bien social es una pobre excusa para chapotear en las aguas turbias del capitalismo. Hasta el momento ningún partido español de la izquierda ha desautorizado a sus militantes que utilizando lo que se conoce como puerta giratoria pasan de los cargos públicos a la empresa privada.
Como en la situación actual poder y ética son incompatibles se necesita un PVC como fuente de autoridad moral. El cauce por el que circule el tren de la política invitando a subir a toda persona decente. Y al hablar de moral hay que bajarse de las grandes palabras y atenerse a la honradez y al compromiso cívico.
CIRANO


NOTA: Las adhesiones al PVC pueden hacerse a través del Garrotín.

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