La principal obligación
del Estado como administrador de los bienes comunes debería ser
formar individuos que sirvan a la sociedad y en extensión a la
especie porque con ladrillos que se desmoronan es imposible construir
edificios sólidos. Tampoco se consigue cohesionar al pueblo con
líderes mediocres. La retroalimentación es un mecanismo fisiológico
mediante el cual sustratos subordinados condicionan las órdenes que
reciben de estructuras superiores. La democracia se basa en este
principio pero mientras en los organismos funciona con precisión en
sociedad resulta una chapuza.
El estímulo y la
esencia del capitalismo es el beneficio, pero como está feo decirlo
se esconde manoseando la libertad y como en el negocio no pueden
ganar todos se adjudica la banca al más pudiente y no al más
inteligente. La diplomacia vaticana enseñó que lo importante es lo
que se dice y no lo que se hace. El vulgo católico del renacimiento
español adoptó, como Sempronio en la Celestina, esa táctica: “Haz
tú lo que bien digo –predicaba el pícaro- y no lo que mal hago”.
Desde entonces nadie se ruboriza en España por actuar mal (robar
incluido) si se recomienda hacer lo contrario. De ahí el enfado del
beaterio universal cuando Marx (de tan buena familia) se atrevió a
llamar al pan, pan y al vino, vino demostrando que en el fondo todo
el intríngulis de la historia se reduce al maldito parné.
Cuando se analiza
cualquier proceso dinámico, ya sea el funcionamiento de la sociedad
o la deriva de los continentes, no se debe obviar que los sucesos
espontáneos (esos que ocurren porque el tiempo no para) son
exergónicos, es decir, tienden al desorden; lo que implica que todo
lo que se deja al albur del tiempo (cosa en la que Rajoy es maestro)
acaba desordenado y quien dice tiempo dice barones y baronesas. Que
se lo pregunten al PSOE. En la naturaleza el orden es condición
imprescindible para realizar trabajo. La función de ordenar,
armonizar, requiere talento, cualidad que está desigualmente
distribuida en la población. Las asambleas son un foco de desorden y
por lo visto, el Comité Federal del PSOE también.
En
estos momentos no parece haber en superficie ningún personaje con
capacidad de ordenar ni bases dispuestas a obedecer. Los más fieles
son esa reserva espiritual de occidente que vota religiosamente al PP
pongan a quien pongan. El experimento Podemos, cargado de ciencia
política y de talento personal aunque necesitado de controlar la
demagogia, se ha convertido en el objetivo “del español terrible,
que acecha lo cimero con su piedra en la mano” (Luis Cernuda).
Desde esa cerril ceguera los que dicen defender la monarquía por
mandato del que dejó todo atado y bien atado son los que más la
desprestigian al someterla al estrés inútil de las consultas.
Cuando domina la técnica
la sociedad necesita jóvenes y cuando se requieren ideas, ancianos.
Todavía quedan años de juventud hasta que se vuelva a reclamar la
experiencia. Ahora son tiempos de conquista, de alumbramiento donde
la luz de las nuevas tecnologías ciega. Solo los que tienen vista
cansada e interpretan las figuras al trasluz son los que se están
dando cuenta de la debilidad del tinglado. De momento la razón
permanece desdeñada por la lujuria del apareamiento. Durante la
pasión se crea, en la madurez se educa y en la vejez se aconseja. La
Naturaleza está sujeta a estos ciclos para que todo parezca nuevo
aunque siempre se llegue al mismo sitio.
CIRANO
Hoy Cirano está sembrado. De todas formas, convendras conmigo que llegó una época y aún persiste en que Marx se pretende llevarlo a la biblioteca de los clásicos , como Aristóteles o Platón, en el que se justifica el ser rememorado como alguien que sirvió de fundamento a unos acontecimientos históricos , acontecimientos que han sido superados en el tiempo . Creo que el "viejo" pretenden desautorizarlo , lo echan a la calle, pero se cuela otra vez por la ventana . Es difícil hoy día descartar que en todo proceso de cambio la impronta económica se impone. Marx está ahí. Nos falta la gasolina , el combustible, para ilusionar , crear puentes tendidos , dominar el miedo, bueno, en otro momento continuaré .
ResponderEliminarJamás se podrá ignorar el materialismo, sera una herramienta sumamente útil para cualquier análisis y más si le añadimos aprender de la historia. No son verdades absolutas porque ya están impregnadas en cualquier tipo de pragmatismo del conocimiento, y aunque no lo parezca continúan estando presente. Quien no quiera observarlo siempre podrá acudir al descaro fácil de culpar de hechos históricos
ResponderEliminarRenunciar al marxismo me parece tan absurdo como renunciar a la tabla de multiplicar. Como recuerda Arsenio Cué el materialismo es una herramienta, muy utilizada por cierto por el capitalismo. Creo que el error de Marx fue meterse en política
Eliminar