De muchas de las cosas que hablamos,
no me atrevería a decir de todas, no sabemos de lo que hablamos. En
mi caso me he pasado cuarenta y cinco años explicando las bases
moleculares de la vida sin saber lo que es la vida. ¿Sabrán los
políticos lo que es política cuando muchos de ellos ignoran lo que
es honradez? Y no me refiero al robo, sino al impudor de prometer el
oro y el moro durante las campañas electorales a sabiendas de que no
van a cumplir lo prometido. Eso es mentir y, por consiguiente, poco
honrado. El político que esté libre de mentira que tire la primera
piedra.
Los animales se agrupan en manadas sin
necesitar que los ordene una inteligencia superior ya que les vale su
instinto. El hombre que es bastante más complejo y variado lo hace
en sociedades que tampoco requieren una inteligencia superior para
dirigirlas. La aristocracia o gobierno de los mejores se corrompió
casi al tiempo estrenarse. Las colectividades mejor organizadas como
hormigueros o colmenas conceden poca libertad a sus empleados que
trabajan a full time y salario de subsistencia. Las democracias
modernas tienden a funcionar como colmenas asistidas por obreras mal
pagadas y bajo ordenamientos cada vez más restrictivos. Me refiero a
lo que ocurre en Europa bajo el mando de la burocracia monetaria que
si no fuera porque aplica la ley del embudo: lo bueno para mi
(corporaciones, capital financiero, oligarquía monetaria) y lo malo
para ti (ciudadanos) podría considerarse un modelo adecuado para
gestionar la convivencia. Pero resulta que ni los políticos son los
mejores ni los objetivos buscan el bien común.
Los medios de comunicación, que
sirven para lo que sirven, ya nos han leído la cartilla como estados
miembros de la UE que manejan algo así como el dinero de bolsillo
que nos daban nuestros padres para la semana que, además de escaso,
dependía de la economía familiar y de las notas que sacábamos.
Italia por sacar malas notas se le puso un tutor para que no perdiera
curso y Grecia que ha suspendido se le deja sin paga y con deberes
insoportables.
Así las cosas el objetivo de la izquierda se reduce a procurar que
los profesores más canallas no vuelvan a dirigir la escuela, aunque
la dispersión del voto puede hacer que los resultados no den ni para
eso. Si realmente fuéramos niños como nos tratan nos quedaría la
ilusión de jugar a médicos con las niñas, pero con los años que
llevamos acuestas lo único que esperamos es que estos mangantes no
hayan agotado del todo el fondo de nuestras pensiones y se pueda
llegar hasta el final con las botas puestas. Es decir, ante las
próximas elecciones quiero mirar a los ojos a los candidatos
desapriscados para ver si alguno me ofrece garantía de que es
honrado y de que, además de por vanidad, se ofrece a servir a la
sociedad por responsabilidad.
CIRANO
Excelente reflexión. Un abrazo estimado compañero
ResponderEliminarGracias, camarada
EliminarExistía y debe continuar existiendo un Síndrome de la reiteración, y tan reiterativo era que lo retiraron de la circulación para hacerlo olvidar. La cosa consistía en repetir tanto los hechos punitivos que dejaron de ser punitivos para convertirse en habituales y no despertar asombro. Los políticos prometen, roban y hablan sobre el futuro como si fuera un canto de sirena que seducen a los Ulises. Tiene cura, el problema es que no lo cubre la seguridad social
ResponderEliminarHasta el canto de sirenas lo privatizaron y lo sacaron fuera de lo básico de la seguridad social, sólo quedo la UTOPÍA que conserváremos aunque sea para molestar ..MRB.
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