Alguno de los padres del
capitalismo están muy conformes con haber encontrado la perfección
de la teoría que les sustentan. Han inducido al hombre moderno a ser
su propio explotador, pero no el permitir ser explotado sino que el
propio ciudadano autoriza la conformidad con la auto explotación.
Así pues cuando el
ciudadano se somete a ser explotado se convierte en victima y verdugo
de si mismo, dejando su sometimiento en manos del capital para que
pueda usar sus derechos como mejor le venga. Esa dejación de sus
derechos recibe como consecuencia la perdida de soberanía y
libertad, de hay la falta de interés de muchos ciudadanos en usar
sus derechos de voto y de crítica.
Convertido ya en esclavo
del estado y sin poder salir del bucle del sometimiento comienza una
fase de cansancio, fase que va colocándole en una posición de
tristeza y depresión que le va empujando a una situación de fracaso
que nos lleva aún más si es posible, al agotamiento.
Además el abandono de su
posición personal, inducida por la falta de conocimientos y
formación, le hace padecer una inestabilidad personal que le va
empujando hacia una depresión y al comportamiento bipolar. Este
comportamiento inestable se manifiesta en situaciones de violencias
extrema o en sensación de fracaso que suele terminar en autolísis o
en distocia social.
Por esa razón, dentro
de la sociedad cada día se van viendo comportamientos más complejos
y contradictorios, no siendo libre el ciudadano de liberarse de la
depresión, y a lo más ser tratado con medicación para silenciar
los intentos de superación.
“En la antigüedad, lo
importante era el ser, en el capitalismo impera el tener”
INDALESIO Agosto 2015

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