Desde hace años el tema
del control de población está sometido a estudio por sesudos
científicos de muy diversas materias. Controles médicos,
sociológicos y políticos se usan y han usado desde que el
capitalismo cogió presencia y fuerza.
Algunas medidas han sido
burdas, como son las guerras. Aún hoy se continúan usando por el
negocio de las armas, las reconstrucciones de ciudades y países, y
los desplazamientos poblacionales que permiten crear mezclas de
culturas que generan odios y muertes en pequeñas dosis con bombas en
la puertas de los colegios o mercados.
Otras medidas no menos
crueles son las hambrunas de continentes sensibles, como es África.
Se generan guerras, asesinatos masivos de etnias y de mujeres,
introducción de cultivos transgénicos y un sin fin de ausencia de
ayudas que producen enfermedades y muertes prematuras. Es la forma de
controlar los flujos poblacionales que invaden el mediterráneo.
Otras medidas más
centradas en la geopolítica generan enfrentamientos de intereses
económicos, que producen controles poblacionales de dudosa ética.
Igualmente los controles de población en China son de dudosa equidad
y con intereses espurios.
Pero en los países de
primer nivel, las declaraciones de epidemias, malos hábitos
alimenticios y guerras ya están pasadas de moda por ser sucias y
generar algunas contradicciones complejas de resolver, así que se
están inventando nuevas formas de realizar controles de natalidad.
Los ciudadanos solo tienen tiempo para trabajar, nada de cuidar hijos
o a lo sumo criar hijos en lugares preparados para cuidados básicos
y educaciones sometidas a los intereses del estado.
El otro mecanismo de
control está en plena fase de estudio. Se ha publicado en El Lancet
y se basa en retirar la asistencia sanitaria a los mayores de setenta
años. Ya hubo algunos escarcéos previos, con la no asistencia a
fumadores o los portadores de malos hábitos personales, incluidos
los sexuales, pero esté viene avalado por la prestigiosa revista
médica y por los firmantes del articulo.
Así que si vives en el
primer mundo, cuidado. Además de no tener pensión, no tener hijos
que te ayuden, y no tener asistencia sanitaria, solo queda que no
tengas una hipoteca, porque sino vas de culo.
INDALESIO Junio 2015
DESDE DONDE SE CUECEN LAS HABAS
ResponderEliminarHa llegado a mi poder una transcripción de la conversación privada y, por tanto, indemostrable, que mantuvieron dos mandatarios [quizás los máximos representantes de Alemania (A) y Francia (F)] acerca de la propuesta que le iban a hacer a Grecia.
- A: Habría que dejarle caer a Tsipras que lo que nos interesa son sus pensiones.
- F: No se si será posible porque los colegios los pagan los abuelos.
- A: Dos por uno: menos escolarización pública y más sacrificio para los hogares. Con este panorama la reforma laboral será un paseo.
- F: Hasta que el pueblo estalle.
- A: Los franceses todavía no os habéis librado de la revolución. Quizás se necesite un ensayo para ver hasta donde puede llegar la revuelta en Europa. Sabemos lo que pasó en la Plaza de las Tres Culturas y en la de Tiananmén, pero desconocemos la respuesta europea a un castigo ejemplar.
- F: Aquellas sociedades eran débiles, en Europa es otra cosa.
- A: Grecia está lo suficientemente castigada para que no sea capaz de responder.
- F: ¿Y el efecto dominó?
- A: Jugará a nuestro favor. El miedo es más contagiosos que la euforia. Hay que acallar el populismo antes de que se extienda.
- F: Yo me encargo de decirle a Tsipras lo que queremos.
- A: Pero que parezca un accidente.
Un poco de mala leche nunca sienta mal
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