A
veces, se para un ciudadano y piensa, ¿Cómo es posible que los que están en
primera fila del comedero institucional que están robando a manos llenas, tiren
piedras sobre su propio tejado? Puede ser curioso, en la misma manera que ese
ciudadano se tiene que parar para pensar, y eso ocurre porque se produce un fenómeno fisiológico en su interior y es la liberación de las
deseadas endorfinas.
Veamos,
esas endorfinas las producen los ciudadanos que estimulan los centros
reguladores, a través del ejercicio o de un fenómeno recién descubierto, el
vértigo institucional.
¿Y
que es eso de vértigo institucional?
Pues una reacción del sistema endocrinológico que nos indica que una vez
saciado la hambruna de poder económico, y colocado a buen recaudo los expolios de
los bienes del país, comienza un regomello en la mente del portador, que le
hace confundir el sentido ético del resto de los poderes. Creé encontrarse en
posesión de derechos mucho más amplios de los actualmente conseguidos, y además
fantasea con unas series de delirios que les lleva desde, encontrarse a la
derecha del padre que todo lo perdona, hasta estar eximido de toda
responsabilidad de pedir cuenta de todo el resto de poderes.
Así,
puede sentirse en el derecho de ser candidato para dominar, que no gobernar,
su propio país. Salir y entrar bajo
palio del templo del poder legislativo, donde jamás tendría que dar
explicaciones de nada, porque dominaría siempre, como no, con mayoría absoluta.
Permitiría que sus asesores recogieran las migajas que se les pudieran caer de
sus bocadillos, y el que se descantillara se los entregaría a los detentadores
del poder de información, para que dieran buena cuenta de ellos.
Nunca
jamás, sabrían que su poder es efímero y que llegado un momento en que, el que
pedalea con mayor ambición y que va detrás, le arrebatara el trono y le
condenará a la eterna duda de no entender porque otro, le ha quitado su gran
capacidad de decidir.
Cuando
se realizó el ensayo clínico basado en el estudio de cohortes, sobre un grupo
extenso se pudo apreciar que todos los sujetos eran, ignorantes, vagos y
altaneros, y poseían una glándula detrás de la hipófisis llamada PP, iniciales
de Para Poder. Al final del estudio, todos los sujetos presentaban una enorme
impregnación de endorfinas que les llevo a unas series de cuadros clínicos
compatibles con la IDIOCIA AMAUROTICA.
INDALESIO

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