Cuando
uno se pierde en el campo no hay que echarle la culpa al campo. De la misma
manera el PSOE no debería atribuir a las condiciones ambientales los sucesivos
descalabros electorales. Lo que mide el talento político de los dirigentes es
la capacidad de reacción ante la adversidad: para bogar a favor de corriente no
hacen falta timoneles. La izquierda no necesite una refundación como sostiene
Manuel Valls, Primer Ministro francés y dirigente socialista. Los que tienen
que coger la brújula y buscar el camino de vuelta al compromiso social, que
sigue estando donde siempre, son los socialdemócratas. Tan despistados andan
que no se percatan de dos cuestiones fundamentales: la primera que hace tiempo
que abandonaron la izquierda y la segunda que no son los únicos responsables de
la crisis, a lo sumo están imputados como colaboradores necesarios, al modo de
la infanta en los negocios del duque o la ministra Matos en los de su ex-marido;
pero los que nos han llevado a la catástrofe, eso si, con la connivencia del
PSOE, son los mismos que dicen que nos van a sacar de ella a base de
compensarle pérdidas a los ladrones con el sacrificio de todos.
El
desbarajuste socialista viene de los felipes, los blairs y sus terceras vías
por donde llegaron a los Consejos de
Administración de Multinacionales (CAM). Se puede renunciar a Satanás a sus
Pompas y a sus Obras, como nos exigían en el colegio, pero si te entregas a
Jesucristo y a su Iglesia para siempre, como continuaba el juramento, debes
asumir que en adelante no vas a poder contar con los demonios, el pecado, el
laicismo, la libertad, la inteligencia y todo el armazón ideológico de la
izquierda. Si se comete la frivolidad y la torpeza de renunciar al
marxismo(como si eso fuera posible) se debe explicar a continuación cual es la
herramienta que se va a emplear para corregir la desigualdad cuando la brecha
entre clases se “ahonde” hasta profundidades insalvables. Porque los enemigos
de la izquierda, los teóricos del capitalismo, nunca han dejado de utilizar el
marxismo como método de estudio para conseguir que el capital humano rinda los
mejores beneficios contables.
Pedro
Sánchez haría bien en des liar la pegatina de Felipe González si es que el
objetivo no es que su gato, independientemente del color de su pelaje, cace un
ratón en algún CAM, sino que el trabajo vuelva a dignificar a la clase
trabajadora y a todos los españoles en edad de hacerlo. La vida se enfrenta
siempre a tiempos nuevos por lo que conviene estar preparados para la
adaptación. Ahora se impone el patrón televisivo, a la americana con mucho
ruido y pocas nueces, para conquistar mercados electorales, pero lo que la
sociedad española demanda en estos momentos no son desfiles de modelos sino
honradez en los políticos y soluciones a los graves problemas económicos, cosa
que es difícil conseguir por la cara.
CIRANO
Es buena la reflexión que haces sobre la izquierda pero son muy pocas líneas para incluso condensar ese golpe de timón que dice el gabacho Valls. La socialdemocracia siempre ha tenido un fin muy determinado, pero nada revolucionario, a lo más evolutivo para dejar contentos a los diversos sectores de las clases sociales que tienen que dejarles gobernar con tranquilidad política, menos cuando lo hacen demasiado mal y al gran ideólogo Felipe G. le hicieron los huelgas generales. En esos momentos es que se les ve demasiado el plumero y el futuro de las puertas giratorias que ahora estamos viviendo. Estaremos a la espectativa de lo que política ideológica vaya proponiendo el Congreso de los socialdemócratas. Manolo Ruiz Benítez
ResponderEliminar..y porque no olvidamos que los socialdemocratas son la referencia de la izquierda. Son lo que son, y estan cerca, unas veces del centro y otras de la izquierda moderada. No pidamos peras al olmo
ResponderEliminarHay una prueba que le hacen los sicólogos a los niños no se con que objeto. Consiste en ponerle delante una chuchería, le explican que si no se la comen le darán otra y los dejan solos. Yo interpreto que los que se la comen van para políticos y los que no para currantes. Lo único que les pido a los gobernantes es que no se coman nuestras chucherías, los vean a no y Felipe González dejó comer como el ciego del lazarillo y quizás por la misma razón, tapó lo de Banca Catalana que ahora asoma y popularizó la corrupción. Nos falta ver que hará Podemos cuando los dejemos solos en la tienda de chuches.
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