MISIÓN CUMPLIDA




            Entre las sorpresas que nos tenía reservada la democracia a los que crecimos en dictadura soñando con la Tercera República, no fue la menor la conversión a la monarquía que el propio dictador restauró para asegurarse de que todo quedaba atado y bien atado. Mucha gente, yo entre ella, decidió, tras la noche de los tricornios largos del 23 F, conceder una tregua al rey Juan Carlos por su apuesta por la legalidad constitucional y, aunque, lo único que hizo fue cumplir con su obligación, tan desacostumbrados estábamos a que los poderes públicos respondieran, que tuvimos que asombrarnos y se lo agradecimos con el silencio. Treinta años de crédito, al final defraudados como era de esperar, porque a la cabra le atrae el monte y a la monarquía el boato: bodas reales, cacerías, torerías  varias y genuflexiones ante el papa, me han ido liberando del compromiso de silencio que consideré prudente establecer ante el gesto del monarca que, no hay que olvidarlo, al tiempo que defendía la democracia defendía la monarquía. Como en España llevamos siete décadas desequilibrados con el fiel de la balanza desplazada a la derecha (Fraga que asumió sentencias de muerte ilegales sin pestañear es uno de los padres de la Constitución como si no hubiera pasado nada) valoramos actos de supervivencia como hechos heroicos. Absurdo sería pensar que si triunfaba el golpe chapucero la autoridad, militar por supuesto, viniera dispuesta a respetar la dinastía borbónica, convalidada por esta democracia de cartón, tras medio siglo despreciada por los militares golpistas. Si eso era poco, la señora se encargaría de recordar lo que le pasó a su familia por aceptar regalos de coroneles griegos. Pero es que, además de resultar estéticamente inadecuado, mantener un cargo vitalicio en la Jefatura del Estado dificulta el planteamiento de acortar el ejercicio del poder para todos los gobernantes como parece lógico. Es pues que, sin que ello sea un tema preferente, doy libertad a mi mente para volver a pensar en republicano sin complejos ni limitaciones y remedando a un poco glorioso antepasado áulico (cuyos génes pueden reverberar en cualquier momento) invito a todos a caminar juntos por la senda republicana.

CIRANO

2 comentarios:

  1. MANUEL RUIZ BENITEZ4 oct 2013, 19:03:00

    Amigo Cirano: Aún después de tantos años de aquel 23 F, no tengo muy claro la chapucera organización del pretendido golpe de Estado, menos mal que no les salió bien, Tal vez sean nuestro nietos, cuando sean mayores y les guste la historia y tengamos un gobierno y una sociedad democrática puedan enterarse de la realidad borbónica, de la cual no me fio ni un pelo.Son muchas las coincidencias chapuceras o el miedo al final que tengo la impresión de que lo idearon Mortadelo y Filemón. Aunque con tanques auténticos en Valencia y no de cartón piedra.
    Como soy viejo no creo que me dé tiempo a conocer la verdad, pero no me preocupa, yo tengo la mía y no me la va discutir nadie, porque no la publico. Son secretos de alcoba.con mis pensamientos. Saludos MANOLO RUIZ BENITEZ

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  2. Es penoso que este país no aprenda de su historia, y para más ahondamiento mentiras repetidas llegan a parecer verdad. La monarquía es el símbolo del autoritarismo, del dominio y conquista, de la sinrazón y de la estupidez. La república se la ha denostado con mentiras del coco, y tanto se ha repetido que ha llegado a parecer verdad. Pero nada más limpio que la República, que es laica, es limpia porque consulta las decisiones importantes a los ciudadanos y tiene y podría y tener una constitución que amparara con seriedad a todos los ciudadanos del territorio del estado, hermanados por su cultura.
    ¿Porqué le tienen tanto miedo los políticos?

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