Cuando hay que tratar con esos personajes
que defienden la cuadratura del círculo de la ideología sin ideología, moral de
la que se nutren tanto el PSOE como el PP y que confluye en la vía común final
del pragmatismo, no hay más remedio que armarse de sospecha y desconfianza,
porque en la mayoría de los casos de lo que se trata es de privatizar lo
público, un eufemismo que cuando había decencia se llamaba robar. Pero lo malo
no es tener que entrar al trapo de la farsa terminológica, lo peor es comprobar
que al final acaban saliéndose con la suya y haciéndonos tragar corruptela por
eficacia. Lo que más ayuda al reclutamiento de compinches para la aventura del
prorrateo, aparte del atractivo que supone el lucro personal, es el
alineamiento con la idea imperante. A medida que en este país se agotaba la
dictadura, se escuchaba decir a reconocidos puntales del fascismo que ellos, en
el fondo, eran demócratas e, incluso, socialistas. Se estaba poniendo de moda
lo colectivo como ahora lo está lo privado y todo el que a medrar aspira sabe
que hay que adaptarse a la realidad y ser pragmático, ese camuflaje que te coloca
en los ambientes donde se cuece el negocio. La deriva de la trayectoria a
seguir la marcó el gallo sevillano que tras renunciar al marxismo, cacareó que le
daba igual el color del gato con tal de que cazara ratones, antes de terminar en
la nómina de la empresa nacional privatizada. Ese modelo es el que le gustaría rastrear
a los desideologizados porque, una vez perdida la vergüenza, se puede predicar,
aconsejar e, incluso, amonestar desde posturas cómodas y nada comprometidas. Lo
lamentable es que se siga escuchando a camelistas de esta catadura que carcomen
lo público en beneficio propio, como teoría y como praxis.
CIRANO

Por eso, amigo Cirano, acabar con el protagonismo de los partidos y potenciar la República seria una mejor solución. La futura Constitución regularia los partidos y su financiación y primaría las leyes por encima de los demás intereses. Sabes? los poderosos no necesitan la inteligencia, ¿para qué? solo con ejercer su poder es suficiente y además se lo ponemos facil, ¿no?
ResponderEliminarGreat article.
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El pragmatismo es el último refugio de los mediocres. O. W.
ResponderEliminar¿El último o el único?
EliminarO el primero, véase la adaptacion de las especies. El problema es cuando se hace sinónimo de degradacion y de "el pasaría por encima del cadaver de mi padre si menester fuera."
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