Parece
que la Sanidad continua estando de moda y es un tema que despierta inquietud en
los ciudadanos (y no es para menos), e incluso hasta en los pasivos
profesionales. Ya propusimos participar con comentarios e incluso con opiniones
escritas en nuestro Garrotin, y por último e igualmente en la tertulia del Ateneo
sobre temas de sanidad (29 barra), pero ya sabemos que el virus de la sumisión
ha castigado en demasía a nuestros compañeros de la Sanidad.
Bien, yo
propongo usar nuestra amada fantasía para especular sobre todo este embrollo
que se está formando con los nuevos envites de la reforma de la Sanidad. Aunque con toda
sinceridad esto no es reforma, es más un atraco a mano a armada a los
ciudadanos del estado español.
La
primera hipótesis que propongo, usando la fantasía) es que esto viene de lejos.
Ya hace años nuestros sesudos premonitores de lo que pasará en le futuro,
decidieron ante los primeros sustos de crisis económica, que el consumo
sanitario tenía que sufrir recortes, porque se invertía demasiado en una salud
que producía pocos beneficios. Los ancianos consumen salud, pero no rentan casi
nada y es una pesada carga para un estado que precisa recursos para conseguir
beneficios a las castigadas empresas multinacionales. No digo, que se ayude al
exterminio de la población, pero que tanta salud para ciudadanos desde los
sesenta y cinco años y con una vida media de quince años más, pues no hay
estado que lo resista, ni incluso el referente mundial.
Bueno así
que dejaremos de medir la salud y
bienestar de usuarios; desviaremos patologías a la sanidad privada con
menor coste; apartaremos a los
profesionales más comprometidos y tensaremos la relación con los gestores;
realizaremos contratos por hora producida; organizaremos las compras en grandes
lotes para abaratar los consumos ; en fin ese largo etcétera que ya todos
conocemos y del que solo se sospecha que tendrá buenos resultados, por supuesto
si se realiza con seriedad e información. Aunque da igual, se detrae del
presupuesto de sanidad en Andalucía los mil doscientos millones (desde 2009)
que se necesitan e incluso algo más para ayudar a la recuperación del estado. Y
de sea forma ocurre en todas las autonomías, con mayor o menor similitud.
Curiosamente
se incluyen las autonomías socialistas, porque parece que todo esta parido,
soto vocce, desde las Escuelas de Salud del conjunto de estado.
Esta
primera hipótesis que hemos apoyado en la fantasía, puede ser real y no esta
consensuada con ningún ciudadano, ni ningún experto, ni incluso político digno
que conozca los temas de salud. Si está formulada con discreción por alguna
mente enferma que hace virar la sanidad de un lugar a otro, sin encomendarse ni
a Dios ni al Diablo, y por supuesto sin pensar en el paciente, eje del sistema
sanitario.
INDALESIO
Abril 2012

¿Tan complejo es dar salud a la población?
ResponderEliminarY porque no se plantea saber hasta donde se puede llegar, las preferencias y necesidades elementales y conocer su coste, y ¿cuanto se está dispuesto a invertir en dar salud?. En verdad que pienso que escatimar en unas necesidades ya elaboradas desde hace años y recortarlas me parece patético, además la salud es motor económico, aunque se esté de acuerdo en que el gasto debe ser controlado. La impresión es que nadie sabe de que se dispone ni incluso el coste de dar salud.
Los primeros que tienen que creer en la salud pública son los profesionales de la sanidad en todos los estamentos, no sólo los propiamente sanitarios.Despues hay que buscar formulas sin bajar la calidad de la salud que reunifique criterios, dejando atrás los ideológicos, que optimice los recursos económicos que hagan viable una sanidad universal y no gratutita, porque ya pagamos nuestros impuestos. Aún no se ha hecho caso a un tema de optimizar la relación posología con el medicamente que contiene una caja o envase. Si un profesional, por poner un ejemplo cree que con cinco comprimidos se puede curar cierta enfermedad, porque la caja contiene hasta 50. el resrto a tirar. Pero tengo la impresión que los laboratorios globalizados NO LES INTERESA Y NO ESTAN POR LA LABOR.Pero algo habrá que hacer para optimizar el gasto y que no paguen siempre los mismos, los enfermos y no los que gestionan la salud. Tambien hay que educar a los ciudadanos y hay que comenzar por las escuelas. MARUEN
ResponderEliminarJoder Indalecio una cosa es que el consumo sanitario"tenga"que sufrir recortes y otra muy diferente es la aplicación de la solución final,
ResponderEliminara los que hemos cunplidos los 65 años(aunque todo se andará)bromas aparte,no es menos cierto que la sanidad está sufriendo los recortes de PP,que persigue con saña manifiesta el estado de bienestar social.Indalecio es un articulo lúcido y promonitor,como tu dices,produce pocos beneficios y se invierte demasiado en salud.
ACG.
Sabemos que si perdemos 100 euros nos disgustamos más que si nos encontramos 100 en el fondo de un cajón. Eso, en teoría, no tiene sentido: la satisfacción de ganar 100 euros inesperadamente debería equivaler al disgusto de perderlos. Pero no es así. Nos pasa todos los días. Así que las personas, más que ganar, lo que no queremos es perder. Por eso nos deprime más la instauración del copago que lo que nos alegraría una ampliación de la cobertura farmacéutica.
ResponderEliminarDesde luego lo que sí parece un …. dislate es el mecanismo propuesto por el gobierno de nuevas tarjetas sanitarias porque se trata de un mecanismo engorroso, que generará un trabajo administrativo desproporcionado y por tanto es probable que ello conlleve un gasto elevado.Pero si irremediablemente , cuestión que dudo, algo hay que hacer, me pregunto, no sería más fácil pagar 10 euros cada vez que un usuario entrara por la puerta de un centro hospitalario por primera vez en cada proceso nuevo, con mecanismos correctores en determinadas patologías? , además serviría a su vez como elemento disuasorio en aquellas de dudosa necesidad. En caso de desempleo presentar el certificado correspondiente y devolución inmediata, se me ocurre por ejemplo…
Parece ser cierto que lo del copago siente mal a los ciudadanos, pero hemos de insistir que la sanidad la financian directa o indirectamente todos los ciudadanos. Tambien parece ser cierto que existen excesos con el uso sanitario y ese es otro problema, que se puede corregir con penalización económica o con medidas disuasorias, pero aparece el tema ético mezclado con el político, y eso debe ser resuelto con un gran acuerdo nacional, tanto político como colectivo. Pero insisto
Eliminarla sanidad es un derecho constitucional y no debe tocarse, si ajustarse puntual y transitoriamente, porque además es un gran motor económico, tanto por la misma generación de recursos, como para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Sí Arsenio,hasta donde dices está bién, pero te faltó decir cómo harías esos ajustes en este momento...
EliminarTodo me imagino que llegara, porque Indalesio parece un personaje con conocimiento. Entonces intervendre y si puedo con soluciones concretas
EliminarTras la estela de Indalesio, mas fantasias: tenemos unos compatriotas cabalmente informados por una correcta " Educacion para la Salud" que discriminan con bastante acierto cuando consultar.
ResponderEliminarTenemos un primer escalon profesional que afina entre urgente o no, apoyado por trabajador/a social y psicologo/a que dan respuesta psicologica y/o social, desangustiante, a algunas,no pocas, demandas.
Y todos ellos disponen de un grupo de apoyo de expacientes del propio barrio para lo que fuera menester.
Se calcula, a la baja, que hasta un 25% podrian ser resueltas en este nivel...; pero para todo ello los propios educadores para la salud tendríamos que manejar otros conceptos sobre el enfermar, estar enfermo, sentirse enfermo...pero esto encaja mal en los "intereses creados", de todo orden en la Instituciones para la salud