Si algo ha caracterizado al sector sanitario del PSOE andaluz, por hablar de lo conocido, ha sido el cutrerío intelectual escorado a lo populachero y lo soez. Hubo un tiempo en que parecía que el socialismo iba a capitalizar el rescoldo estético de los intelectuales republicanos, pero pronto se vio que prefería nutrirse de los veneros de siempre: el personal que aspira a dejar el trabajo manual pero al que no le gustan los libros. Guiando el instinto por las encuestas que los aplaudían, diseñaron un portal donde lo más curioso del barrio pasa el rato de cháchara con la portera. Por mucho que predicaran su escoro al centro, el vivero de cuadros lo cultivan lejos de la excelencia. El carisma intelectual del tipo del Prof. Tierno los pone nerviosos. Pero su falta de atractivo los ha llevado a perder la clase media que,a la hora de la verdad, prefiere al ingeniero como director de la fábrica que a su colega el capataz. Incómodos en el traje y angustiados por la corbata, sospechan de profesionales, profesores y funcionarios por vestir el terno con desparpajo. Parece como si les pesara el lastre de la inteligencia y la imaginación. El aparato, manejado por militantes resabiados, funciona como una máquina vieja a la que le han dado una mano de pintura. Creer que las instituciones deben funcionar con la misma dinámica que el partido ha sido uno de sus errores. Edificar la jerarquía sanitaria con los modales que usan con los subordinados de carnet: docilidad, sumisión, obediencia, falta de crítica…, olvidando que un hospital es un centro científico y no una parcela de poder, ha sido un componente firme de su fracaso. Es trágico que se esté luchando por evitar no ya la mayoría absoluta que parece inevitable, sino el vértigo del quórum reforzado de 210 diputados que permitiría al PP desarrollar leyes orgánicas y renovar todos los poderes a su antojo.
Los dirigentes del hospital argumentan que ellos no gobiernan para tener contentos a los médicos sino para satisfacer al consumidor. Demagogia tan desenfocada los lleva a la deriva porque son los usuarios quienes los van a dejar en minoría irrisoria. Una encuesta reciente realizada por Metroscopia en la que se preguntaba ¿en quién confía usted? coloca a los médicos en cabeza con un 7,4 de puntuación y a los políticos en cola con un 2,6. Si los gerentes de los hospitales hubieran actuado más como médicos que como políticos otro gallo cantaría. Los socialistas deben intentar convencernos, a los simpatizantes,de que todavía peor que votaral PSOE es votar al PP y que si se quieren evitar las obras de ampliación de la bancada derecha en el Parlamento,hay que movilizarse.
CIRANO
Plenamente convencido de que lleva usted razón Cirano, pero como usuario veo las cosas con otra perspectiva, más que menos tengo asegurada la asistencia, sin ningún derecho pero lo básico está. Me conformo con eso? si me conformo con el engaño de la economia porque no con la sanidad. Yo no necesito ciencia sino eficacia en resolver mis problemas, eso lo dejo para usted y sus necesidades. Lo demás ya se encargaran los otros de joderla.
ResponderEliminarEspléndido, amigo Cirano. Son necesarios analisis esclarecedores como el tuyo, pero- siempre el pero- echo de menos dos palabras claves: autocrítica y "proactividad". Sería más completo, constructivo, incluilas en los analisis.Contribuirían a la eficencia que reclama el Sr. Cué y seguramente a disminuir el vértigo...
ResponderEliminarEl mea culpa: Cuando me analizo querido Birlibirloque, cosa que hago a menudo, no encuentro motivo alguno para la autocomplacencia. Actúo desde la debilidad embutido en el traje que me ha puesto la vida. No hay que estar repitiendo constantemente lo poco que uno es y todas esas especies de modestia que nos inculcaron como creyentes. Ya hemos dejado de serlo y no tenemos que pedir perdón a cada paso. Como entes aleatorios tenemos que apechugar con lo que somos y con lo que nos hacemos. Al Sr. Cué, como tú le llamas (¿será una señora?) no le contesto hasta que no sepa quién es. Me veo observado sabiendo que me miran sin saber quién lo hace. El placer del voyeur es unidireccional; lo de más es lo que dirán los periódicos el 21 N.
ResponderEliminarEl señor CUÉ es humano, y sabe de usted lo mismo que usted de mi. Leo sus palabras porque me cae bien ese llamado libelo infesto, y entendía que se podía participar. Mis opiniones son baladi y no pretenden molestar a nadie, porque no paso de ser un personaje de novela. Quizás Cirano me hubiese entendido y me acompañaria en esos viajes que el le gustaba tanto realizar, pero usted debería mejorar ese aspecto que le llaman público, seguro que me contestaría con más libertad. Soy cubano, hermano y ya mayor.
ResponderEliminarNo se sulfure, hermano. El caso es que en El Garrotín nos conocemos todos, más o menos y pensé que detrás de Cué estaría algún colega. Cirano no entiende, no entendía de tapujos más que para Rosanna. Le gustaba exhibirse ante el público y retraerse ante el amor. No creo que hubiera aceptado hablar con un desconocido, pero ya nos conocemos. Me alegra su procedencia. Entre mayores anda el juego.
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