El dibujo de fronteras, la colonización ideológica, el dominio religioso, la expansión lingüística, la identidad nacional, las banderas o los signos de poder son resultado de la confrontación armada. Desde que existe la vida los nichos ecológicos se han configurado a base de enfrentamiento. El hombre le dio a esa actividad de lucha por la supervivencia el nombre de guerra. Por medio de la guerra se han solucionado todos los conflictos o contradicciones que conlleva la convivencia. El pasado humano es guerrero, el presente está siendo guerrero y el futuro, solo los muy incautos esperan que deje de ser guerrero. El homo sapiens que domina el planeta prefirió aniquilar a los competidores homínidos a mezclarse con ellos. Ese pasado que no admite adjetivos, lo llevamos en los genes y seguirá condicionando nuestras acciones hasta que el gen depredador o egoísta haga dejación de su autoridad.
La noticia de una guerra no es ni novedosa ni original; el que haya o deje de haber razones para ella, tampoco. Ningún sistema político ha sido capaz de terminar con esa práctica imprescindible para el ser humano, hasta ahora. El principal valedor de los derechos humanos en el mundo es a la vez el principal agresor de poblaciones indefensas. Las víctimas entre los que no quieren la guerra o huyen de ella son catalogadas como daños colaterales. Los que venden armas o reconstruyen los destrozos que los ejércitos causan no invierten ni un céntimo en ayudar a los desplazados (Business is Business). Se ha aumentado la capacidad destructiva pero no se ha mejorado la calidad humana: las últimas guerras son tan crueles como las primeras.
Desde luego que la semilla para la discordia son los nacionalismos, los personalismos que aglutinan las dictaduras, las identidades, los derechos, es decir, todo aquello que trata de excluir, diferenciar, liderar, dogmatizar o salvara los demás. Tan generador de violencia es la dictadura de Gadafi como la arrogancia de los aliados para cargárselo. Tan hipócrita es la postura del dictador como la de quienes le venden armas para ahora atacarle. Todos saben por qué y para qué se fabrican las armas que en algo se parecen a las golosinas: las compran nada más que los que tienen ganas de usarlas.
Ahora toca estremecerse por la guerra pero se podían añadir motivos menos espectaculares para el lagrimeo. Llevamos mucho tiempo conviviendo con una lamentable estadística: cada cinco segundos muere un niño de hambre en el mundo. Por si eso no fuera suficiente en el zoológico de Berlín acaba de morir un oso polar, noticia que ha conmovido a la sociedad del país que tira de Europa. Se cuentan por miles las personas que acuden a colocar flores en los alrededores del parque donde se ha producido tan tremenda desgracia. Lo de Japón o Libia ha pasado a segundo plano, la prensa dedica más espacio al animal blanco que a los miles de muertos que no dejan de ser más que personas.
Si ese pretérito tan imperfecto (de aquellos polvos) ha configurado lo que ahora somos (vienen estos lodos) no queda otra opción que corregir el presente si se quiere tener un futuro mejor. La vida es mera opción de futuro. En la molécula orgánica más elemental se puede apreciar ya el proyecto de futuro que imprime vértigo a la vida: esa necesidad de renovación que Heráclito poetizó con su famoso aforismo“se introduce uno en un rio y sale de otro”. No se si lo oportuno es llorar por Libia, pero yo empezaría a llorar por la ignorancia en que nos movemos, por la manipulación de la que somos objeto o por el despropósito que se monta por un oso en medio de tanta tragedia humana. Pero para ver cosas, estar vivo.
CIRANO Marzo 2011
Me alegra una enormidad tu vuelta cirano y además....tan terriblemente certero, tan es así, que nos dejas desarmados...
ResponderEliminarFuturo pluscua-imperfecto
ResponderEliminarQue bien , Cirano, con tu vuelta. Con tu contundencia se hace dificil la refutacion. En conjunto comparto tus tesis, pero a la vez me ha evocado inmediatamente la teoria de las profecías autocumplidoras: Qué panorama de futuro pintas...
Supongo que va a resultarte una “boutade” lo de “porque existen narrativas saturadas de problemas”, presentadas, además, bastante irrefutablemente, y que constituyen la urdimbre medular de una concepción del mundo, prevalente, dominante, casi universal, porque existen esas narrativas - decía- mantenemos discursos generadores de los comportamientos que denunciamos. Ahí va eso...
Naturalmente, amigo Cirano, ahora pasaré unos días sin abrir Elgarrotin... la que me va a caer!!!
Todo relucir no es oro,
ResponderEliminarpues la paja esconde grano
si no se avienta la parva
en el tórrido verano.
Tendremos que meditar
el saber rancio (el arcano):
no es lo mismo predicar
que dar trigo con la mano.
Quisiera ver actuar
con discreción a Cirano,
en lugar de recitar
como apóstol tramontano.
Hablemos con seriedad
señores del Garrotín.
¿Qué podemos esperar
de la rama de Caín?
Esa cuestión imperfecta
se pregunta inconsecuente
quien no acompaña respuesta
para guiar a la gente.
De libelo libertad,
de libertad el desconcierto
que aprovechará el listillo
para llevarnos al huerto.
Menos llanto, más enjundia,
menos lamento, más arte,
más mordacidad y astucia,
ésta es la cera que arde.
Cayeron los comandantes,
cayeron los coroneles,
que se reponga la Pepa,
y que cierren los cuarteles.
No es de risa la cuestión
pues más parece portento:
el dictador puso al rey,
y el rey con su parlamento,
rescató a sus señorías
de debajo del asiento.
Es verdad que desde que los tiempos son lejanos
ResponderEliminarla guerra ha sido la forma de vida. Comenzó con las migraciones y la defensa de los terrotorios, después y aún persiste la dominación de los recursos. Pero la explicación es la misma que con la ideológia de las religiones, otro instrumento de dominación. El hombre no tiene carga genética de la violencia y el daño, solo reacciones quimicas involuntarias.
Cande, como decíamos ayer…continuamos la tertulia en la que me toca responder. La certeza es asintótica de la duda, tan pronto estás en una como en otra. A los teólogos católicos les hubiera gustado que sus elucubraciones fueran ciertas y que con pensar que el sol gira alrededor de la tierra Galileo se hubiera tenido que tragar toda su cháchara científica, pero resulta que lo inferido, lo que precisa del ejercicio intelectual y la demostración es diferente a lo inmediatamente conocido, con lo que se vacía de palabrería toda la imaginaria religiosa. A Birlibirloque no lo entiendo como tampoco entiendo el dogma de la santísima trinidad y no puedo refutar nada.
ResponderEliminarMaese Doran introduce el elemento enigmático del verso para sorprender como hiciera el sacristán de Divinas Palabras con su jerga latina. Ni tiene ni deja de tener razón en lo que apunta a no ser la quintilla última que encuentro digna de las Carocas de Granada.
Ned Ludd con eso de que el hombre no tiene carga genética de violencia y que solo responde a reacciones química involuntarias quizás esté en la misma senda que los escolásticos que les bastaba imaginar para dar por cierta una propuesta. Antes de que hubiera religiones las bestias se mataban entre ellas, no se si por herencia genética o por educación. Creo que el proceso de hominización ha consistido en ir superando lo mucho que de bestia tenemos. Hay que reconocer que en eso han ayudado las religiones y, sobre todo, la mujer, esa parte amable de la especie. Si eso fuera así es posible que estemos en vías de mejora.
Tufillo deja lo de, mujer y religiones, y dudo mucho que mejore el mundo que ayudamos a desarrollar. Las bestias se mataban por instinto de supervivencia, pero ¿eres Cirano, de la religión de Erasmo para sobrevivir?
ResponderEliminarLas crisis políticas conducen a pervertir el mundo con guerras y son consustanciales al capitalismo y a los efectos ideológicos de dominación burguesas.
Seguiremos hablando sobre posrracionalismo.. y emociones, amigo Cirano.
ResponderEliminarLoor, gloria et honor,Maese Doran.Que los dioses del Olimpo sigan siendote propicios y premien a tu musa.
Ned Ludd, tal vez apuntes hacia la Epigenética, ampliando el foco de observacion. Pues bien- venida sea.
No gustaron las letrillas
ResponderEliminaral público en general,
mucho menos a Cirano
como era de esperar.
Que no es verdad ni mentira
lo que dice mi canción;
pretende impactar, deriva
en cualquiera dirección.
Estos y otros achaques
dedica a mi parlamento,
empleándose con aires
de mucho conocimiento.
El Cirano es respetable,
Birlibirloque también,
Cande mujer admirable,
todos son gente de bien.
Indalecio, el editor,
persona prudente y grave,
escritor de campanillas,
aunque de más cosas sabe.
Yo le auguro al Garrotín
larga vida, compromiso,
denuncias, mejor poesía,
inventiva, novedades,
desenfreno y osadía.