La inteligencia es una forma de energía que la vida propone para enfrentarse al desorden de
un universo dominado por la entropía. Conviene recordar que trabajo es movimiento ordenado y
entropía, movimiento desordenado. Para que cualquier fuente de energía pueda generar trabajo,
según el segundo principio de termodinámica, debe fluir a favor de gradiente, es decir, de donde
hay más hacia donde hay menos. De acuerdo a la inteligencia, es decir, a la capacidad de contribuira la ordenación del sistema, se pueden diferenciar dos tipos de personas: las que sirven para dirigir y las que no sirven; además, están los estúpidos. Hay dos variedades de estúpidos: uno, los que sirviendo para dirigir se inhiben y dos, los que sin servir para dirigir ejercen. La primera variedad de estúpidos supone una pérdida de talento, la segunda es una lacra. El tamaño de esta especie, quedecide el porvenir de un país, obedece a la calidad de las dificultades que debe superar el aspiranteantes de alcanzar poder.
El liderazgo se resuelve o por fuerza o por sumisión (por las malas o por las buenas). El orden en pareja se consigue cuando coincide un líder nato con un sumiso nato, o un estúpido variedad uno con lo que sea. Dos estúpidos variedad dos nunca se entenderán (me remito a ejemplos recientes). A medida que aumenta el número de implicados en un objetivo común disminuyen las posibilidades de ordenar el sistema. Una ley de contrastada vigencia rige el modelo de promoción social: los nichos de funcionarios y políticos tienden a nutrirse de personajes de un nivel igual o inferior a quien los dirige. El principio de mimetismo estúpido, que funciona a favor de gradiente de entropía y por lo tanto cuesta abajo, favorece el crecimiento de la estupidez y el rechazo de la inteligencia allí donde la estupidez se asienta. La inversa, que supondría enfrentarse a la corriente dominante, puede que sea plausible, pero hay pocos datos experimentales que lo demuestren.
A más estupidez nutricia más atractivo para la estupidez emergente. Los grupos estúpidos generan individuos estúpidos que se incorporan a la dinámica del grupo aumentando la coherencia gremial y el desorden ambiental. Los organismos públicos están colonizados por castas que se aglutinan siguiendo instintos ancestrales de manada. La ineficacia de las instituciones correlaciona con la cantidad de estúpidos tipo dos que las constituyan. Su composición la decide el sistema de selección. Por eso las pruebas para ser reconocido como nuevo integrante serán estúpidas, es decir, sin dificultad intelectual pero con elevada carga de mala fe: trampa, veneno, engaño, disimulo, mentira, todo tipo de marrullerías que mantengan un nivel elevado de ruido ambiente. Esta puede ser la razón por la que personas que debieran actuar de manera inteligente, renuncien a competir y se conformen con manifestarse como estúpidos tipo uno a través de la disidencia o en blog de lared.
CIRANO
Cirano, además de resultar divertido lo que dices , es una gran verdad.Sabemos bién que la cuestión que subyace y que permite que esto siga reproduciéndose y tendiendo hacia el infinito es una excesiva y perversa “politización” de todas las instituciones públicas, que lleva a la estupidez más absoluta como tú bién dices, de tal manera que se constituyen en un régimen.Pero sabes lo que más me disgusta? Que las generaciones más jóvenes la asumen con tanta naturalidad y con tampoco espíritu crítico que da terror por el efecto que sobre ellos ejerce. C.G.
ResponderEliminarErrata : tan poco.C.G
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