La araña atrapa a la mosca en base a una estrategia inquietante. Se podría decir que es un proyecto contra el azar, orden contra libertad. Ayuda a meditar sobre lo deseable, es decir, el medio de satisfacer las inquietudes de cada uno. La araña representa la ciencia y la mosca el arte. La ciencia atrapa no solamente al arte, sino también al científico. La primera víctima de la tela es la propia araña, refugiada, protegida, estimulada por sus vibraciones. La araña puede que alguna vez sueñe con volar, mientras la mosca jamás envidiará la quietud acechante de la araña. Volar, picar, recrearse en lo diverso, desde un pastel hasta una boñiga, el aire alimenta, la vida se ensancha, el peligro es tan cercano que es el principal aliciente. Frente a eso el anhelo quieto, la tensión de la necesidad, la espera de la víctima, su posterior inmovilización, el disfrute con la muerte lenta, el sabor de la vida transferida en el bocado aun caliente.
Yo quiero ser mosca que libe tu dulzor, tu hiel y tu miel, todo lo que se derrame de ti y todo lo que sepa a ti. Quiero que seas una araña que me atrape con lazos de seda pintados de colores, que me arrope en su hamaca antes de darme el definitivo beso que detenga mi vida, como si el universo empezara a moverse en ese momento. Tantas muertes como entregas, tantas vidas como encuentros, tanta dicha como veneno. Araña varada, mosca alegre, receptora de vuelos ligeros, tanto rodar para no caer siquiera en tu armonía.
Pregunta (señala con una x la respuesta que esté más de acuerdo con tus deseos y necesidades)
ڤ No me ha gustado y no me mandes cosas de esas
ڤ Me ha gustado, pero no me mandes cosas de esas
ڤ Me ha gustado y mándame cosas de esas
ڤ Te quiero
Santiago Individuo había compuesto este relato para seducir a una mujer a la que amaba, pero lo había hecho sobre una contradicción. Tratando de ser mosca actuaba como araña. Quería impresionar con alardes de frescura cuando en realidad había trazado todo el plan con la paciencia de la araña. Lo que parecía espontáneo era premeditado, en el fondo buscaba tender una red invisible a la víctima o lo que es lo mismo, a la esperanza. Porque las redes no saben distinguir entre objetivos, están preparadas para enredar a todo lo que vuela, a cazar cualquier libertad. Pero no todas las playas están hechas de arena, las hay tapizadas de piedras en donde se esconden minúsculos peces permeables a todas las redes, inconsistentes como la espuma, que ni siquiera sienten deseos de morder la carnaza del anzuelo. Como esos peces que simulan pequeñas muecas del agua, se le escapó la dama a la que iba dirigida la entretejida parábola, pero quedó una incógnita en el aire, ya que no contestó a ninguna de las cuestiones propuestas, sino que, como Melibea, objetó la demanda de Celestina. Creyendo poder ocultar sus sentimientos, también ella demostró cólera cuando se sintió segura del amor que despertaba.
CIRANO
Joder Cirano, tienes que sufrir con estos desengaños. Para mi los insectos son objetos curiosos que desempeñan sus funciones y merecen la pena observarlos y como mucho aprender de ellos, pero ni siquiera usarlos para las paradojas. Si realmente me quieres, dimelo y veras como nos divertimos.
ResponderEliminarDesengañar es deshacer un engaño, es decir, encontrar la verdad y en la verdad no hay engaño, por lo que no es obligado sufrir en los desengaños, si es que los ha habido. En el cuento de la araña y la mosca habría que adivinar primero si es Cirano (personaje tímido donde los haya), si soy yo, Santiago Individuo, la araña, la mosca, Melibea o, incluso, Celestina (aunque en mi caso no trabajo para nadie) quien tapa al que relata el caso. También habría que saber quien se esconde tras el anónimo o anónima, si araña, mosca, Melibea, Celestina o tú misma.
ResponderEliminarRealmente la comparativa de la fábula de la araña y la mosca con la celestina es muy buena porque en verdad la araña no sería la celestina sino Melibea, la celestina solo sería un elemento subversivo.
ResponderEliminarEn común también, la antítesis del amor frente a la muerte, el abrazo mortal de la araña sobre la mosca, venciendo en ambas la muerte, pero … sabes qué te digo Cirano? que no hay nada mejor como final que un buen revolcón de la araña con la mosca!!
Por una mirada un mundo,
ResponderEliminarpor una sonrisa un cielo,
¡ay! lo que yo diera,
por un revolcón a pelo.
¿Una araña con una mosca? ¿no se trataría de un revolcón con sor presa?
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