Cuando entendí algo de la historia de nuestro país, pensé y comprendí que eran hechos ocurridos en la convulsa situación vivida por acontecimientos concretos: no había existido la revolución burguesa, los militares eran muy poco profesionales, la iglesia era de la peor calaña y algunas aventuras más. Pero cuando ahora me encuentro que nuestro país necesita compromiso de nuestros dirigentes y ciudadanos en general, resulta que todos se lamentan de que dependemos del exterior para modificar e impulsar nuestros cambios.
No, no es eso, no me refiero al cambio macroeconómico, me refiero al cambio de mentalidad de este país. Y eso mis queridos amigos, si queremos un país nuevo, dinámico y comprometido es responsabilidad de todos.
Hemos caído en espiral hasta lo más profundo de los cataclismos generacionales, y desde ese lugar deberíamos regenerar la sociedad y nuestra nación con una visión nueva, generosa y sin complejos que nos permitiera de una vez por siempre tener la equidad que necesitamos y la generosidad para ayudar allí donde nuestra cultura tenga algo de cabida.
¿Por donde empezar? Aceptemos sin misticismo el escuchar al prójimo, respetar las opiniones ajenas y aceptar criticas por más duras que sean, siempre que tengan elementos de creatividad. Exijamos a los políticos respeto al ciudadano, y sometamos sus políticas a un riguroso control, diseñando unas normas constitucionales que les permitan sentir los apoyos de los ciudadanos. Diseñemos una administración ágil, estructurada y profesional que solo sea dócil a los ciudadanos y que sea elemento asesor de las políticas de distintos signos políticos.
Y así un largo y dilatado conjunto de reformas que nos permita crear un país nuevo, moderno y no sometido a las tiranías de los mercados.
Pero para conseguir esas reformas, necesitamos el compromiso de todos los ciudadanos, desde el parado hasta el mayor de los poderosos, siempre con criterios de proporcionalidad y equidad. Y los que más pueden y deben empujar, son los que aún mantienen algo del poder heredado, así que Señor Rubalcaba póngase las pilas, y usted señor Rajoy consiga el poder sin malas artes y enseñando sus cartas, así sabremos los españoles que es lo mejor para el estado.
INDALESIO Julio 2011
Si se permitiera comparar una sociedad con un organismo vivo (células igual a individuos) se podría señalar, de entrada, que existen dos tipos de células: las sexuales que, expresan la sabiduría del individuo y arrastran, de paso, la de la especie, transmiten novedad: son células creativas; y las no sexuales limitadas a reproducirse a sí mismas. Hay, por tanto, una estirpe multipotencial y otra clónica. En la sociedad también se dan ejemplares creativos y ejemplares limitados. Las estirpes celulares creativas presentan originalidad de género: óvulos en la mujer; espermatozoides en el hombre. De los otros tipos de células hay tantas variedades como de necios, si no infinitas, casi. En la sociedad sucede como en el organismo: se les hace poco caso a las células excelentes, es más, existen instituciones milenarias dedicadas, casi en exclusiva, a denigrarlas y eso que su doctrina defiende el creacionismo. Lo original, lo distinto, lo que conlleva sorpresa y placer, siempre ha estado mal visto y lo peor es que lo sigue estando. Nos preparamos para recibir en este país (para lo cual se arrincona lo único creativo surgido en los últimos lustros) al patriarca de los improductivos, al profeta de la insipidez, al apóstol de la vacuidad, al renegador de la vida, al maestre de la simulación y el engaño. Puede que su afición por lo estéril, por lo poco creativo, por lo huero se deba a estudios de mercado: como es infinitamente más amplio el número de lo no creativo, resulta más rentable echar las redes en esas aguas que en las de los que piensan, razonan y procrean. Cuando se le de más importancia a óvulos y espermatozoides, es decir, a los individuos creativos, la sociedad mejorará.
ResponderEliminarUn compromiso,Indalesio, creativo, procreado,Cirano, emergente,para mí, en nuestros días, es el 15-M. A pesar de que a algunos le suene a una chiquillada. El cómo sería la cuestion. Y
ResponderEliminarEn la urgencia:
El ATS(al psiquiatra de guardia que está atendiendo una urgencia):
"Acaba de llegar uno que quiere enchiquerar a su mujer; ¡con la cara de buena persona que tiene ella!
El ATS va a la pareja y para hacer tiempo le
dice a la Sra:
"Bueno ¿ cómo está vd.)
Ella: "A mí me llama de usía, soy Ana karenina, familia del zar y me debe- subiendo el tono- ¡más respeto!."
El ATS vuelve: "Sí sí, creo que está para ingresarla."