13 07 2011. Pequeña crónica.
Solo cambio de infusor:
La paciente necesita una silla. Cojo una, pero es grande y apenas entra en el acensor. Tengo que ponerla medio en pié y apenas cabemos. El dolor aprovecha para intensificarse.
Al llegar solo hay un hueco en la fila de espera y como es tan pesada la silla la dejo mirando a la pared. Un hombre, amable, que hay al lado me deja el sitio y me dice: “hombre así parece que está castigá...”
La paciente necesita ir al W. C. y cuando va acompañada por su hija, van y la llaman: ¡Vaya por Dios!, Como sea una sargento pierde la vez... y a esperar. Entro para disculparme, pero se han equivocado, porque no ha llegado la medicina: ¡ menos mal!.
La paciente vuelve al sonoro pasillo, con cola para sacar sangre, con cola para las quimio, con gente para broncoscopias, con gente para otras consultas. Una acompañante de voz chillona, ella muy “apañá,” voz en grito, le explica a todo el que ve despistado cómo desenvolverse en esa maraña. Perfecto, si no fuese para que todo el mundo la oyera y suprimiera, o contara "sotto voce", las adendas: los embotellamientos y la mirada de agresividad de otro conductor, lo bien que ha dejado su casa antes de salir, los dos tipos de tortillas que le ha preparado a su marido, que yace en la camilla ausente. Los huecesillos del oído han debido esclerosarse. Él está indiferente...
Batas que van y vienen, como Pedro por su casa, nunca mejor dicho.
El altavoz, ronco, bronco muecín, llama y sobresalta, por sus decibelios y por los nombres apenas discernibles que emite. (Hoy al de mantenimiento se le ha pasado revisarlo!!. ),
En fin, todas mis fuentes de ansiedad sinérgicas: El ethos del pasillo exhibiendo la cultura popular con todos sus matices, entrañables unos, inaguantables otros; la muestra permanente de la medicina tecnificada y deshumanizada, el escaqueo estructural.de algunos..., todo cabalgando sin freno sobre las angustias de base y, ya sabemos, abysus abysum invocat, la angustia llama la angustia...;
pero bien, sólo han sido dos horas de espera.
BIRLIBIRLOQUE
Duro sera el camino de la sanidad, después de que los políticos hayan decidido que es muy cara la sanidad. Que se preparen los sanitarios`porque su guerra sera dura, y los pacientes seremos eso, muy pacientes y sufridos
ResponderEliminarPués sí, lo que nos relatas , a pesar de observarlo y constatar esas colas cada día al pasar con la bata puesta, no es suficiente, hay que vivirlo como tú lo estás viviendo ahora para saber de lo que hablamos. Yo también he probado en mis carnes “estar al otro lado” y lo que tú nos cuentas, muy bién por cierto, es fiel reflejo de la realidad. Pero yo me pregunto, tan difícil resultaría hacerlo un poco mejor? Mi respuesta es no y sí. No porque muchas de ellas son cuestiones de mejora que se podrían aplicar con relativa facilidad/dificultad pero sobre todo se necesitaría voluntad de hacerlo claro, pero principalmente el hándicap de nuestra llamada “cultura” convertida en ocasiones en incultura hace que sea misión digamos que casi imposible… pero por si te sirviera de algo… ánimo!
ResponderEliminar¿Por qué tienen que ser mejores que nosotros quienes nos dirigen? En el autobús, en el trabajo, en el mercado, me veo reflejado. Ese que escupe en la calle, soy yo; el que tira papeles al suelo, soy yo; el que habla a gritos, soy yo; el gerente del hospital soy yo; el celador, el auxiliar y el médico, también soy yo. Ahora el paciente, soy yo y me encuentro al que escupe en la calle, al que grita, al que no sabe, hiriéndome en lo más íntimo. La realidad es estadística y la estadística dice que este es un país mal preparado y que cuanto más atrasado es un país, más corrupción existe.
ResponderEliminar“Espero que no tenga nada en contra de la maldad, mi querido ingeniero. A mi parecer, es el arma más resplandeciente de la razón contra las potencias de las tinieblas y la fealdad. La maldad, señor, es el espíritu de la crítica y la crítica es el origen del progreso y las luces de la civilización” (La montaña mágica).
No vale sacar unas frases de su contexto y usarla para dar fortaleza a tus argumentos, no eso no vale. La crítica nunca suele ser el espiritu de la maldad, no, lo niego y me enfrento a quien lo imponga. Puede ser que alguna crítica tenga contenido de maldad, pero no "per se" sino manipulada por torpes.
ResponderEliminarDos consideraciones acuden a mi mente:
ResponderEliminarLas organizaciones de ayuda, y el sistema de salud en bastante medida lo es, estan hechas para perpetuarse. Ser plenamente eficientes sería suicida. A alguien le oí, a un sociologo, decir que, en términos generales, 7 de 10 que consultan se quedan, codependencia, beneficia a ambas partes.
A los doctos doctores de El Garrotin les he oido muchas veces decir que todo es intencional, para justificar la privatizacion...
Los agudos diálogos entre el jesuita y el humanista de la Montaña Mágica, en esta cita, tal vez tengan más de estética que de verdad universal
Podemos seguir discutiendo hasta el infinito o hasta la nausea según nos plazca, acerca de nuestra incapacidad de saber las causas de las cosas. Pero la realidad nos obliga a tomar decisiciones. En nuestra ciudad hay dos hospitales (grandes y generalistas), es muy evidente que sus urgencias difieren de forma radical en los tiempos y en como se prestan los cuidados (masificación, intimidad,...). Ignoro si el gerente responsable del caos es galgo o podenco, pero ya ha habido suficientes motivos para que la Fiscalía se hubiese interesado por la mierda de atención que se dispensa diariamente a los pacientes, y nunca mejor utilizado este adjetivo.
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