PERDONA A TU PUEBLO



El peligro de la fe, religiosa o política, es la ofuscación. Me pregunto cómo fue posible el triunfo del catolicismo en la América pagana, tras el fracaso mantenido de las promesas de intervención divina en los asuntos domésticos. Pero la fe es la fe y el misterio es el misterio. Tan inútiles contra la sequía o las inundaciones resultaron los sacrificios tribales como las rogativas a los santos pero, por algún motivo, estas consiguieron imponerse o al menos aparentarlo.
Cuando más de la mitad de lo españoles se considera de izquierdas, cuando el líder de la oposición es todavía peor valorado que el presidente del gobierno, según encuestas realizadas antes de las elecciones municipales, se podría esperar que una cierta coherencia induciría a votar lo que uno se siente y a quien mejor valora. Pero el resultado ha sido el que se conoce: la mayoría decide encomendarse a otros tótems por si el cielo dispone ayudar al que reza. Si al menos hubiera aumentado el voto en blanco, se podría interpretar que el pueblo no se fía ni de unos ni de otros, que no cree ni en los ídolos ni en las imágenes; pero esa especie de ateísmo democrático solo se ha expresado en las manifestaciones mínimas del 15M. Como ocurre con las sequías, la crisis no depende del oficiante, sino de cosas más serias. El castigo, nos obstante, mantiene la lógica de siempre al hacer pagar a justos por pecadores y al abusar de los más débiles.
En el colegio nos enseñaban rezos cínicos y canciones cargadas de estupidez. Entre ellas había una que, aunque más tarde se cantó en plan coña, de púberes levantaba sarpullidos de conciencia cuando entonábamos afligidos: “perdona tu pueblo, señor; perdona tu pueblo, perdónalo señor”. Es posible que de mayor haya realizado alguna acción que merezca contrición, pero con ocho o diez años, cuando me sacaban de madrugada a realizar las estaciones de penitencia pidiendo perdón a gritos, seguro que no había cometido acto alguno que mereciera semejante mortificación.
Ese pueblo votante entregado al PP por encima de lógicas, convalidando la corrupción y seducido por la in concreción, se me figura que responde a la necesidad atávica de creer en algo porque eso es más fácil que darse cuenta de que las tormentas no son exponente de la ira divina. Pero eso se aprende estudiando que es lo que menos preocupa en estos tiempos.

CIRANO   Julio 2011

3 comentarios:

  1. Uy! Cirano no me resisto a tu provocación. De verdad tú crees en tu discurso?!!. Me sorprende cuanto menos. Para mi gusto eso ya no se lo cree ni dios!!En esta ocasión no te remitiré a ningún erudito ni texto alguno ni con comillas ni sin comillas.No sé si tienes oportunidad de testar de alguna manera la opinión de la gente en general, fuera de tu círculo habitual además de leer el país, pero si me permites te recomendaría al menos algo tan sencillo como que viajaras de vez en cuando en taxi y escucharas un poco… te sorprenderías amigo…

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  2. Siento mucho que Cande tenga esta visión tan "moderna" del mundo que nos rodea, quizás no ha vivido en los años sesenta y cincuenta, porque eso deja mucha huella.Despegarse de las dualidades no es olvidar que siguen existiendo, sino analizar la real lucha de entre intereses. La democracia tiene algunas imperfecciones, y una de ellas es olvidar que existe la historia y que se debe aprender de ella. La derecha de este pais aún no ha aprendido el mucho daño que hizo el franquismo y sus secuelas, y la izquierda aún no asimiló los errores cometidos, por eso no se debe volver la cara para analizar estos momentos.

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  3. Del comentario de Cande, siempre de agradecer, solo entiendo que no está de acuerdo conmigo, cosa, por otra parte, ya sabida; pero no se cuál es el discurso al que se refiere, porque lo único que he querido denunciar es la tradicional incultura (muy anterior al franquismo que sufrimos en las carnes, por lo dicho, Aresenio Cué y yo mismo) de esos que una vez se tiraron a la calle gritando ¡vivan las caenas!, luego aplaudieron a Franco, después se flagelaron pidiendo perdón y ahora votan al PP. Si por un casual Cande quiere decir que el gremio de los taxistas y similares son la base de apoyo de los ganadores de las últimas elecciones, me parece patético. De verdad ¿creen las clases medias y bajas que votan al PP que ese partido nos va a solucionar los problemas? Tampoco entiendo cómo una mayoría de americanos se opone a la sanidad pública. ¿Tanto les molesta que otros se puedan beneficiar con sus contribuciones? El mundo podría haberse inclinado por la solidaridad pero está claro que lo ha hecho por el egoísmo y la codicia.

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