EUTANASIA





Sabido es que a Colón no le movían intereses conquistadores sino comerciales y que se embarcó en busca de una vía marítima alternativa a la ruta de la seda. De ahí su sorpresa cuando se topó con el continente americano del que de entrada se apropió en nombre de sus majestades los RRCC. Por eso y por otros muchos ejemplos se dice que las cosas no son como empiezan sino como terminan. Hablando de la vida de cada uno, no hay duda de cual será el final, lo desconocido son las circunstancias en las que se producirá ese inevitable suceso. A todos nos gustaría superarlo de la mejor manera posible, pero eso no lo elije casi nadie.
Se plantea estos días, como se suele decir, en caliente, el tema de la eutanasia, maniobra terminal que debería ser a la carta, pero que tendrá que ser a la ley. Parece que se trata de una exigencia apoyada sobre todo por los jóvenes (los viejos parecen más remisos) que ven el asunto como una extensión ecológica o algo así. Lo que no calculan es que esas leyes que se van a aprobar bajo amplia demanda social podrán ser utilizadas en su contra cuando lleguen a viejos y se dé la circunstancia de que los recursos económicos no alcancen para mantener una población que consume sin producir.
Lo que se ha planteado como una macabra posibilidad desde el FMI será una exigencia dentro de unos años. Es otra de la herencias envenenadas que le vamos a dejar a las próximas generaciones, además del trabajo precario, educación deficiente y sanidad mercantil. Una población envejecida con pensiones cortas o nulas es el sujeto adecuado para la eutanasia preventiva generalizada que alivie la economía social y permita ir tirando a los jóvenes, que ya no serán los de ahora.
Suponiendo que el preámbulo de la próxima ley sobre muerte digna o cualquier otro eufemismo, diga algo parecido a que se pretende legislar sobre casos concretos en las que las condiciones de vida sean insoportables para el paciente. Donde quede claro que lo que se persigue es paliar el sufrimiento sin esperanza de recuperación porque se padezca una patología terminal para la que no hay tratamiento. Toda la carga dramática que se quiera suministrar en la justificación se resume en dolor y falta de esperanzas, algo que llegado a una edad es asumible por la mayoría. Estoy a favor de la eutanasia en lo que a mí se refiere, pero que las cosas queden claras porque no todos los que van a por lana (o seda) descubren las américas, algunos hay que vuelven trasquilados.
CIRANO

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