No es menos cierto que
los políticos usan las malas artes para conseguir descaradamente
grandes trozos de poder. Tampoco es menos cierto que los mismos
políticos no tienen un nivel intelectual muy desarrollado y usan
para su necesidad consejeros, que no es que sean más inteligentes,
pero si son hábiles y experimentados en sacar tajada para los amos
del capital.
Acaso no sabemos que todo
lo que va ocurriendo esta ya planificado y listo para ser usado, pues
eso es lo que nos pasa a los ciudadanos de este país que asistimos
sorprendidos y desbocados a los acontecimientos que nos plantean y
enseñan cada día en los medios de comunicación. ¿Y eso le resta
poder a los amos? pues no, les crea una coraza protectora que les
repele los ataques de la que debía ser la lucha de clase.
¿Y cómo son esos
consejeros del poder ? Pues aparentemente normales e incluso algunos
de un perfil tan bajo que están emparejados con descarada diputada
de la mesa del congreso. ¿Y como se sabe el valor de la nada? Pues
mire, la nada se valora de dos formas, una aplicando la ley del
precio único que sería que, el porcentaje de desempleados puede
hacer descender considerablemente los salarios, ya que la
disposición a trabajar por salarios más bajos es una amenaza para
los que tienen trabajo. La otra pata del sistema pragmático de los
consejeros sería el costo adicional de un producto, un significante
sin un significado. Conociendo el valor de un producto se le añade
el coste adicional de la marca, lo cual permite unos enormes
beneficios. Todas estas reglas aparentemente económicas con algunos
añadidos sociológicos son las mnemotécnicas que usan y aconsejan
su uso los consejeros de nuestros insignes políticos, y
aparentemente les son muy útiles, ya que roban sin castigo, mienten
sin penalización, ocultan sin que les pase factura la historia y se
perpetúan sin que la opinión de los ciudadanos les empujen hacia
donde siempre tuvieron que estar, en la calle u oficio propio.
Hay algo que no debo
dejar olvidado, hace un siglo Pareto describió la Regla del 80/20,
esta regla aun se maneja y algún Maquiavelo la usa para fines
perversos, véase los consejeros de alto nivel que aconsejan al
ínclito Presidente en funciones. Y dice, la economía global esta
tendiendo hacia un estado en el que solamente el 20 por ciento de la
fuerza de trabajo hará todo el trabajo necesario, de manera que le
80 por cien de la población se volverá potencialmente desempleada.
Lo cuento como un ejemplo de hasta donde llegan las mentiras y el
tratamiento que se les da por parte de los insignes políticos, y
como cada trimestre nos venden el señuelo de la reducción del
empleo. Merece la pena acabar con las mentiras.
INDALESIO Septiembre 2016

Tenemos que luchar para derrotar a los conservadores, no se puede permitir continuar con este engaño. Todo apesta a oportunismo y a escoria de olor humano.
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