PREDICADORES MEDIOCRES





Sin disimular la viga en ojo propio estimo que España es país de predicadores más que de pensadores. En la Universidad el profesor aprovecha la tarima para reafirmar convicciones en lugar de plantear interrogantes. Con más apariencia que sustancia larga lo que llama, sin base solvente, lección magistral en la que abruma con datos en lugar de enriquecer con dudas. Quien no se hace preguntas es que no sabe. Los anglosajones conversan en clase con los alumnos mientras que los españoles recitan la lección de carrerilla; ahí radica el principios de muchas diferencias y sálvese el que pueda.
Porque los políticos hacen lo mismo cuando se encaraman al púlpito y no se bajan del burro así los maten. Los caporales tonsurados se dirigen a sus secuaces para recoger complacencias gestuales sin dejar resquicio por donde puedan entrar las razones de los demás. Aquí las conversaciones son monólogos en paralelo. Cada cual habla a su aire cortando al otro como maleducan las tertulias en los medios. No interesan los asuntos de los demás porque la salvación es cosa de uno.
Esa predisposición a la prédica debería haber forjado buenos oradores pero no es el caso. Cuando arrancan a leer en la tribuna muestran las carencias derivadas de un mal sistema de selección, tanto en la docencia como en la política. El listillo español posee especial sensibilidad para detectar a los buenos y singular insolencia para etiquetarlos como piezas de matadero. Con esas lumbreras impartiendo sabiduría no debe extrañar que los vecinos anden despistados y turbios porque otra característica de este pueblo es el instinto gremial. La originalidad está tan castigada como el talento no solo porque suelen ir juntas sino porque destacan sobre lo chabacano.
Una opción de algunos colectivos es tratar de igualar a la baja confundiendo socialismo con borreguismo, sin alcanzar distinguir pastores aburridos de personalidades egregias. Sus métodos son ruines pero efectivos a la hora de recoger el ganado en los límites de sus entendederas.
El 31 de octubre de 1517 el monje Martín Lutero clavó en las puertas de la iglesia del Palacio de Wittenberg las 95 tesis en las que cuestionaba la autoridad papal sobre todo en lo referente a las indulgencias. Lutero fue quizás el primer trendihg topic de la historia favorecido por la imprenta. En el País del 09/03/16 el teólogo Hans Küng escribe una carta al Papa pidiéndole que se avenga a dialogar acerca de su infalibilidad por si tal atributo no es del todo sostenible.
Resulta difícil entenderse con quien presume ser infalible o con quien tiene hipotecada parte de su mente y de su conducta por algún dogma, sobre todo si fue acunado con el dies irae. En España hay muchos cerebros sometidos a creencias incuestionables. Esa parcelación induce posturas fotográficas que el photoshop solo empeora. Desde el compartimiento estanco de cada uno no se puede dialogar. La Iglesia, además de insultar a Lutero llamándolo borracho, atacó con la Contrarreforma que es más de lo mismo en lugar de con argumentos. No veo muchas diferencias entre las intransigencias pretéritas y las actuales. Hay quien dice creer y quien actúa como si creyera en la verdad de las escrituras; unos y otros me parecen predicadores mediocres.

CIRANO

2 comentarios:

  1. mar 22 a las 11:46 AM
    Estoy de acuerdo con la importancia de la "duda "en la enseñanza . Ya se utilizaba desde antiguo "la mayeutica " pero no se puede utilizar de forma aislada sin la existencia de una personalidad dominante que guíe la discusión. Por otro lado la infalibilidad del Papa no es permanente. Solo se utiliza como acto solemne previa consulta a las autoridades de la Iglesia

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    1. Creo que la duda hizo al hombre y la verdad lo aniquila. El método científico empieza con una pregunta que no es sino una duda. Dante en el Infierno XI, 93 dice:
      CHE NON MEN CHE SAPER DUBBIAR M’AGGRADA que viene a ser:
      DUDAR ME GUSTA TANTO COMO SABER.
      Si la infalibilidad depende de la consulta a las autoridades de la Iglesia se trata de consenso que ignora la inspiración divina.
      No se si estará bien construido lo que sigue pero quiero decir que dialogar, compartir enriquece.
      CHE NON MEN CHE SAPER SHARE M’AGGRADA

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