El magnesio es un elemento distinguido, independiente, con dos cargas positivas a sus espaldas que le permiten nadar con comodidad en aguas revueltas. Se encarga de apantallar la electronegatividad de las moléculas de ATP (el combustible que utiliza el músculo para su trabajo) con lo que controla sus efectos. Cuando, por la causa que sea, a un paquete muscular no le llega la cantidad adecuada de iones magnesio, se producen contracturas, guiños, muecas o reflejos desagradables, sobre todo, al aumentar la tensión.
Rajoy sufrió durante su primera etapa como Presidente de Gobierno un síndrome de descontrol de reflejos que lo hacía muequear cuando mentía. Se trató con magnesio y dejó de ofrecer pistas acerca de la discordancia entre lo que quería decir y lo que tenía que decir. En este caso los resultados del tratamiento sirvieron para que el Presidente pudiera engañar a los españoles de forma relajada, sin mojigangas y sin el escudo del plasma. No se sabe si, además de la gestualidad facial sufría o sufre contracturas de otros paquetes musculares autónomos o voluntarios, pero es casi seguro que se puede afirmar que la procesión va por dentro.
Aparte de los latiguillos, la falta de magnesio puede desencadenar rasgos de conducta repetitiva (como repetitiva es la contracción del músculo que obliga a hacer guiños) en áreas no motoras sino cognitivas, como puede ser la ofuscación de conceptos, la regurgitación de argumentos o la parálisis. Síntomas de este tipo de patología son llamar cosillas de nada a la cadena de corrupción que ahoga al PP, borrar de la mente el nombre de los corruptos, olvidar la propuesta que antes de la irrupción de Podemos defendía con vehemencia la elección del candidato más votado o esconderse en si mismo cuando lo que procede es dar la cara o salir huyendo. En definitiva, desde un punto de vista médico, Rajoy necesita más magnesio.
CIRANO
Por sí este Garrotin lo lee algún galeno preocupado por el magnesio en el cuerpo y me pudiera contestar. ¿ sería necesario meterle muchos plátanos que creo contiene este elemento mineral, para que deje de decir tonterías y mentiras ? A lo mejor se descubre una nueva línea de I+D .saludos MRB
ResponderEliminarMe encanta usar la ironía en estos artículos, creo que se convierte en un estilete penetrante, que los que lo entienden, usarían para apoyar análisis corrosivos.
ResponderEliminarHay tantas personas dando su opinión en los mentideros de la corte, que ya resulta cansino. En cambio con la ironía se divierten los que quieren entender los mensajes que se reparten en estos artículos. Aunque esa narrativa es difícil y compleja de escribir y entender. Y en eso eres un maestro mi querido amigo CIRANO.
Aunque no parezca evidente, el vigor de las plantas depende de la aireación de las raíces. La ironía es como la gusanera que permite la llegada de oxígeno a la oscuridad donde se gestiona la idea. Para apreciar la ironía hay que saber de lombrices y haber cavado túneles por el pensamiento; trabajo de solitario, de fugitivo, de sorprendido. Por eso la ironía no es de quién la cocina sino de quién la degusta, como el dibujo no es del que fabrica la pintura sino del que maneja los pinceles. Esa ironía que ves es la tuya, querido Editor, si hay otra se queda en las catacumbas esperando el amanecer (y el amanecer no era).
ResponderEliminarA MRB se le puede contestar que la popularidad del plátano le viene del potasio, pero que el potasio, en contra de la tan extendida leyenda urbana, no es bueno para las contracturas ya que la actividad física provoca su salida de las células y hace que aumenten los valores en sangre.
Un abtazo