La cuadratura del circulo




Para reconstruir un viejo edificio en ruinas, al margen de salvar los tesoros históricos que albergue, se pueden emplear dos estrategias: parcheo o renovaciónEse es el dilema al que se enfrenta la izquierda a nivel mundialcuando ni siquiera se sabe la magnitud de la catástrofe. Lo que parece estar claro es el diagnóstico: su enfermedad no es infecciosa sino degenerativa, nadie la ataca, ella sola se desmorona.
El PSOE ha perdido votantes por todas sus costuras, incluso se le han ido muchos leales, que serán los más difíciles de rescatarTapar tantas goteras necesitará algo más que tradición fontanera. La estrategia elegida para recuperar al electorado es, precisamente, la misma que lecondujo al descalabro y consiste en reclutar a sus dirigentes entre jóvenes profesionales de la política. Susana Díaz, principal activo de los socialistas, cuya única experiencia laboral es su militancia y cuyo rodaje social se reduce a la disciplina de partido, está por validar en las urnas. Las alabanzas que recibe de los empresarios, lejos de ser un aval de capacidad son el mensaje de idoneidad capitalista con el que no se conquista la izquierda, aunqueabre la puerta a una alianza con el PP.
Para ese viaje Podemos cuenta con mejores alforjas porque sus miembros, hasta ahora, eran teorizantes de la política o parados de lo mismo (nunca enchufados al aparato de los partidos) y porque no tienen ninguna atadura con la derecha ni causas abiertas en los juzgados.Les queda demostrar lo que serán capaces de hacer a la hora de la verdad, pero como el poder se juega en el espacio virtual donde ya han demostrado soltura, se le puede augurar éxitos. Habrá que esperar a ver lo que da de si el empoderamiento. Aparte del cambio de escenario para la trasmisión del mensaje (de los mítines a las tertulias, de los congresos a la redes, del cara a cara alwhatsapp), Podemos llama al pueblo gente y tiende aolvidar que existe el capitalismo, a cuyo nombrereaccionan como si le mentaran la bichaTampoco hablan de socialismo, comunismo ni otras ordinarieces de la izquierda tradicional. Utilizan una estrategia oportunista aparentando ser lo que no hay, aunque en algún momento tendrán que ser lo que sonHasta hace muy poco no había internet, por lo que su utilidad política está por descubrir, pero de lo que se va conociendo queda claro que para que algo triunfe en la red necesita ser chabacano, de mal gusto o muy superficial, porque la gente es así (el pueblo es gente concienciada).
A IU le va a resultar difícil brillar en el baile de la izquierda con una indumentaria tan anticuada, teniendo que arrastrar el peso muerto de una clase trabajadora apaleada que no se siente defendida por el partido y sin capacidad para atraer a descontentos, parados y achicharrados por la derecha. Es curioso comprobar cómo,los dirigentes comunistas europeos, cuando oyen hablar de marxismo se les pone la carne de gallinaLa derecha, por el contrario, ni se inmuta añorando la inquisición y otras barbaridades utilizadas en defensa de la verdad verdadera.
Los trabajadores intuyen que la lucha de clases ha terminado, pero no porque haya desaparecido la injusticia y la explotación, sino porque los partidos de izquierdas se ha acomodado al liberalismo. Está claro que el contrapeso de la Unión Soviética que respaldó la lucha obrera y propició el estado del bienestar, ha desaparecido, por lo que el capitalismo campa a sus anchas. El reto de la izquierda en estos momentos es desarrollar un modelo económico que frene los abusos del capitalismo sin cuestionarlo: la cuadratura del círculo.           
CIRANO

1 comentario:

  1. Bueno CIRANO, tu análisis sereno y oportuno, pero con saltos que parece escrito en distintos días. Yo apostaría más por el materialismo dialéctico, es una herramienta muy útil si te quieres enterar de que hablan unos y otros. Entre otras cosas no aceptaría que la lucha de clases ha terminado, porque puede ser que nunca acabe. Siempre he luchado por diferenciar la ideología de la práctica política, porque si no es como mezclar churras con merinas. Podemos es una apuesta de futuro y merece una oportunidad para que desarrollen esperanza teńida de materialismo. En fin, veremos, quizás en la próxima República lo podáis ver vosotros.

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