EL HECHO MIGRATORIO

                          



Cada año con la llegada del buen tiempo, en nuestro continente las aves migran hacia regiones de clima más benigno. En la misma manera desde el continente vecino los hombres subsaharianos desean pasar hacia regiones que tengan una hambruna más controlada. Siempre fue así y siempre será así.
Por eso cada vez que leo en la prensa o escucho a los descerebrados y mentirosos del Ministerio de Interior, que se dedica dinero para reforzar las defensas de entrada a nuestro continente, pienso en eso de poner puertas al mar, y que todas las medidas disuasorias son completamente inútiles. Nunca jamás se conseguirá bloquear esa migración sentida en el vientre y en el instinto de supervivencia. Solo conseguirán más muertes.
Por ese lugar de Tarifa y sus aledaños han pasados esos hombres encontrados en los enterramientos de Europa y en la misma península y que parecían ser los más antiguos del lugar. Después, siglos después, pasaron fenicios, árabes, cartagineses, y todos seguían ese instinto de supervivencia y de dominación que ha guiado a todas las culturas y civilizaciones que habitaban la cuenca mediterránea o que la utilizaban, para su continuo caminar en busca de lugares mejores. Eso solo los pueden entender, los que poseemos un sentido óptimo de la vida, acostumbrados a que nuestros ancestros aceptaran el paso de las culturas que necesitaban cambiar su localización por el motivo que fuere. ¿Y saben que?   Las migraciones enriquecieron nuestras costumbres, nos enseñaron a negociar, a lavarnos y a respetar la República, algo que los celosos defensores del suelo patrio y sus colaboradores los Nacionalistas, ignoran, porque se sienten descendientes de los Reyes Católicos,  tiranos dominadores cuyo único fin fue la conservación de la ignorancia para mantenerse en el poder, una de las mayores desgracias de este nuestro país.
Todos sabemos que lo único que se puede hacer es ayudar a estas migraciones, acabar con las guerras de sus países, ayudar en sus costumbres, mejorar en sus enfermedades, acabar con los cultivos que arruinan su agricultura, y respetar sus deseos de libre circulación, con un control regulador que nos permita una correcta integración.


INDALESIO 2014   

4 comentarios:

  1. Bien, amigo Indalesio. ¿ Por qué no se arremete, todos a una, contra las mafias, válgame Dios?

    ResponderEliminar
  2. Estoy de acuerdo con el buen planteamiento de Indalesio. Solo decir que la criminalización de la emigración es un hecho reciente achacable al capitalismo. De entre las nefastas enseñanzas bíblicas no es la menos dañina la de la posesión de la tierra. Los norteamericanos que son íntegramente emigrantes, en cuanto se sintieron fuertes cerraron sus fronteras y Europa que es una confluencia de culturas, hace lo mismo. Pero no se acuerdan de su etapa de colonizadores prepotentes. África es hoy día el resultado de la depredación de las naciones desarrolladas y de las multinacionales. Las mismas que le niega el pan y la sal al toque de letanías.

    ResponderEliminar
  3. Algo que se repite con frecuencia es ¿que se puede hacer? o ¿cual es la solución? Metiéndome en un sembrado que no me corresponde, diré: Actuaciones a nivel internacional contra las guerras que armamos entre esos pueblos incómodos. Actuaciones con los marroquíes para dar asistencia y ordenar los flujos migratorios. Preparación en los lugares de acogida para aprender de los lugares de destino. Actuaciones para la protección de las culturas de los países de origen. Y así un sin fin de actuaciones que permitirían hacer desaparecer este vergonzoso espectáculo de las medidas disuasorias infinitas. Y el desvergonzado Ministro del Interior que deje en manos de personas conocedoras del asunto y él que se abdique.

    ResponderEliminar
  4. Llevamos mucho tiempo perdido al menos decirte que coincido con tu comentario. Pero no estaria dispuesto a desprenderme de nada. Tan solo eso un abrazo. Inda

    ResponderEliminar