LIBERTAD




            Hubo un tiempo en el que la Iglesia ejercía tanta superioridad orgánica que quemaba a quien sostuviera que la tierra gira alrededor del sol. La verdad oficial, que había que acatar por muy contraria que fuera a la evidencia científica, descendía de la Santísima Trinidad. Ahora atravesamos otra época en la que la Troica Financiera se encarga de definir verdades que arrasan economías con la misma impunidad con la que antes se tostaban las conciencias. La confusión viene de ignorar que por encima del huevo o la gallina está la especie,sin la que no hay huevo ni gallina. La cuestión no es semántica sino filosófica ya que se trata de indagar lo que esconden las revelaciones.
            El pensamiento neoliberal manosea la libertad como si fuera mercancía, sin alcanzar que la justicia social es condición previa a la libertad, como la bipedestación fue requisito para el desarrollo de la inteligencia. Si a un cuadrúpedo le das libertad lo más seguro es que le de por tirar coces. Se ha visto con la banca, constructores, ministros y predicadores. Nuestros descendientes, por su parte, creen que tienen bastante con poder hacer lo que les apetece y nos desconciertan, porque el futuro está en sus manos.
            Por eso no hay que hablar de derechas o izquierdas que no está de moda. Sería suficiente con constatar quien defiende la libertad y quien apuesta por la justicia social. Quienes están detrás del neoliberalismo y quienes piden convenios colectivos. Quien se llena la boca de libertad y los bolsillos del estraperlo y quien pide una oportunidad, un trabajo, una vivienda, una escuela o un hospital a donde acudir. La clase política ha perdido el pudor y acepta que, al margen de donde se sientan unos y otros en el Parlamento, la sociedad se divide en ricos y pobres; entre los que esperan poder tener y los que saben que nunca tendrán. El gobierno pretende que la desigualdad se instale como elemento emulsionante de una sociedad fracturada y propone que se acepte como realidad inevitable con la que hay que conformarse. Pero no se paran a pensar que eso, por ser injusto es peligroso, ya que la sinrazón nunca ha conciliado voluntades. Por lo menos podían tener la lucidez cínica de Keynes, cuando le explicaba a su madre que es necesario tender al pleno empleo porque eso garantiza la paz social,
 que permite seguir contando con servicio doméstico.

CIRANO

1 comentario:

  1. El esclavo de hoy, es el que ha aceptado con su sometimiento, vida buena a cambio de poder ceder su soberanía y libertad.

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