CARTA ABIERTA A UN HOMBRE CON LA NARIZ ROTA


     





Ambos hemos recorrido caminos distintos, pero por azares del destino hemos llegado al mismo lugar, o quizás no han sido los azares, sino los impulsos que ambos hemos aplicado a nuestros avatares para llegar al lugar deseado.
El caso es que, ambos hemos sentido la necesidad de romper y salir de la jaula de hierro para interesarnos por la libertad, en plural. Todo lo cual nos ha llevado a sentir una gran cantidad de inquietudes, deportivas y físicas, e intelectuales y literaria.
Pero ¿porque elegimos estas y no otras? Influyen tantos factores, que sería aburrido y de poco interés analizarlo. Pero existe algo que es común a nuestros modos de vida, ambos hemos querido representar una vida distinta a la que en la realidad hemos vivido. Quizás porque no estamos contentos con lo que hemos realizado durante nuestro largo recorrido, o quizás sea porque hemos querido mejorar en nuestra ambición personal.
Así se crearon los Ciranos y los Indalesios proyectando en ellos lo que realmente hemos querido ser y no se nos permitió.
Existe algo que quizás nos diferencie, las necesidades de comunicación son diferentes, el padre de Indalesio necesita contar sus pobres discursos y sus fantasías horrendas y de mal gusto, porque le gusta más escribirlos que hablarlos y carece del pudor necesario para callarlos. En cambio el muñidor de los Ciranos pondera y certifica con genial habilidad los amarres de su discurso con una gran sabiduría, independientemente de que su discurso sea oral o escrito. 
Ni podemos reducir el pensamiento al lenguaje, ni el lenguaje a mero vehículo de transmisión de un pensamiento acabado. Eso nos conduce mi querido amigo a escribir y ha plasmar en la pantalla todas las fruslerías que se nos pasan por nuestra, quizás, enferma mente. Elige el medio pero no olvides que nada podrá impedir la necesidad de  continuar contando tus pensamientos y tus historias.


INDALESIO   Enero 2014    

2 comentarios:

  1. Creo que es lo mejor que le he leído a Indalesio, tanto que ahora me conformo con agradecerle lo que dice, lo que quiere decir y lo que ha dejado de decir.

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  2. Como no sé si va a aparecer por otro lado, lo repito.

    Muy bien las formas expresivas , sobre todo aquella de "Ni podemos reducir el pensamiento al lenguaje, ni el lenguaje a mero vehículo de transmisión de un pensamiento acabado". Del estilo narrativo de Antonio Muñoz Molina y de Manuel Vincent

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