Lo
malo de la actualidad es que está en manos de negocios de comunicación que
necesitan variedad informativa para sobrevivir. La tecnología, por otra parte,
ha impuesto el parámetro de velocidad como medida de todas las cosas. En este
contexto la reflexión sobre temas fundamentales se hace pesada. Lo único
machacón que acepta la juventud es la música mecánica que rebota, nunca hasta
la saciedad, en zonas incansables del cerebro como si saltara en una cama
elástica. Lo demás exige renovación, velocidad, novedad, asombro con el que
atraer la atención durante el tiempo mínimo de dejar paso a otra nueva
sensación. Por eso se agotan los temas sin que los problemas lleguen a la
conciencia. Mientras, el sistema introduce cambios importantes a los que se
responde con el interés agotado de las cosas efímeras. El desmonte de la sanidad
y educación públicas no va a ser pasajero. Sus consecuencias las vamos a sufrir
enlazadas como en un siniestro juego de la oca.
Admiro
en el Editor del Garrotín, entre otras cosas, que se tome el trabajo de
mantenerlo abierto a pesar del poco éxito y que insista una y otra vez en
llamar la atención en el problema sanitario y en el educativo. A mi me da que
es médico, pero incluso así, merece el aplauso. Me temo, no obstante, que
estemos ante una nueva versión del cuento del lobo. Los lamentos llegarán cuando
nos veamos perdidos. Como no tendremos quien le abra la barriga y se la llene
de piedras, iremos de la incultura a la mala asistencia sanitaria: de oca a oca
sufriendo lo que nos toca.
Parafraseando
a Cicerón se puede decir que en política (él hablaba del Bien), algunas cosas
como eficiencia, transparencia, explicación, en presencia de Honradez, son como
cortesanos en la corte de un rey: no son el rey, pero lo
rodean y se acercan más o menos; los más cercanos al monarca se llamarán praepositi (supervisores, ministros),
los demás serán calificados como reiecti
(obligados, funcionarios). Si en lugar de llamarse el rey Honradez se llama
Mentira los ministros serán falacia, corrupción, fraude y sus deudos
chanchullo, sofisma, enredo.
¿Quousquetandem,
Catilina, abuterepatientianostra?
CIRANO
Gracias por tu confianza Cirano, gracias por continuar, aunque no son favores, son las inquietudes que todos tenemos y deseamos manifestar
ResponderEliminarEste mundo que ha derivado hacia lugares y cuya hermenéutica nadie es capaz de plantear esta más perdido que el barco del arroz, ese que alimentaba a los pobres. Pero algunos locos, no por vanidad sino por desasosiego necesitan manifestar sus inquietudes, para que los ambiciosos no se queden con todo. ¿Y si deconstruimos lo que hay para cambiarlo?