LAS DENUNCIAS

                                  LA PRIMERA  DENUNCIA

Cada vez que me siento en mi mesa para escribir un articulo, decido que nueva cosa tengo que inflamar, y dependiendo de mi índice de cabreo lo complemento con denuncias más o menos fuertes. A veces son más fuertes porque la ocasión lo requiere, y mi índice de cabreo tiene una elevación sublime, pero creo que el sistema ya lo asume con tanta naturalidad, que el efecto que busco no lo consigo casi nunca.

 La casta de los que detentan el poder, mejor los que se han apropiado de él, independientemente  del color político que tenga, se han profesionalizado y cosa curiosa, han aprendido a digerir las denuncias, e incluso a manipularlas en función de sus intereses. Por ejemplo salen noticias sobre la casa real, para dar salida a los enfados populares y que se nos olvide que el principal problema es el paro de los seis millones de ciudadanos que pasean por el parque para matar su tiempo, a falta de algo mejor que hacer.

Así que me propongo cambiar de estrategia, o al menos reorientarla hacia un lugar donde el impacto y utilidad sea de mayor calado (ves, ya comienzo a usar palabras profesionalizadas) Comenzaré por comprender al insigne Ministro Gallardón, porque además ha conseguido cabrear a la Judicatura y a las mujeres, y eso además de ser fuerte es una locura ya que son los dos pilares más intransigentes de nuestra sociedad, a Dios gracia.

¿Pero como voy a ser comprensivo? Quizás sea porque aspira a ser alguien en el futuro después de Rajoy, y tiene que hacerse notar como sea. Políticamente es útil para él, salvo que se equivoque, para la iglesia por eso de los abortos, y algunos jueces anclado en un pasado y con vista a un futuro que ya no les pertenece. Y entonces ¿quién le votara? ¿Y que apoyos tendrá? si a todos los ciudadanos nos perjudica las tasas y sus maneras son tan torpes que buscando un efecto positivo se encuentra con la mayor oposición que se haya podido ver, estas políticas no tienen por donde hacerlas comprensiva.

Me temo que no seré capaz de poder entender las políticas de estos conservadores tan rancios y tan cutres, y menos racionalizar su punto de vista, porque ni tiene punto ni vista, solo  obediencia debida e interés particular.

                           LA SEGUNDA DENUNCIA

Ante el fracaso de entender las políticas de los conservadores, realizando un bucle mental y poniéndome en su lugar de entendimiento, solo queda continuar con la denuncia, machaconamente para que se vaya entendiendo que son como las lluvias, aparecen cada ciclo de cinco años, pero hacen tanto daño como las sequías  intensas y devastadoras.   

De los neoliberales la cosa se pone aún peor, huérfanos  de contenido ideológico no saben hacia donde van, como pasa siempre, y la mediocridad se apodera de ellos y de su proyección política. De vez en cuando apuntan algo para ver como responden los ciudadanos, “el futuro está en el federalismo”. Pero ¿cual federalismo? Como se come eso, donde están los documentos que desarrollan su cuerpo ideológico, o es quizás algo para contentar a las nacionalidades protestonas y a los ciudadanos reivindicativos de preservar su identidad nacional.

Duele más porque son los que mantienen la ilusión de mejorar para un futuro, los que en un pasado desarrollaron ideas que hacían creer que un mundo mejor era posible, que todos los pueblos tenían que crecer juntos con la globalización, y que las conquistas sociales y laborales eran logros conseguidos en negociaciones y consolidadas para el futuro. Pero no, resulta que los socialdemócratas se han apuntado con rapidez a los recortes, ha desproteger a los ciudadanos con problemas y ausentarse de la defensa de los derechos conquistados en muchas negociaciones sociales y laborales, y además nada nuevo. Una rígida estructura que controle a sus afiliados, sin derechos dentro de su propia organización y sin referencia ideológica.

Así señores nadie les apoyara, y los ciclos de sequía devastadora con los conservadores continuaran muchas legislaturas, y ustedes serán responsables ante la historia de que no quisieron hacer nada por cambiar esta situación de hambruna humana e ideológica.

INDALESIO