Cuando quiso acordar, Thani tenía más dinero del que nunca pudo haber soñado. Llevaba años comprando y escriturando con todas las de la ley el espacio que había encima de los edificios de una planta de las antiguas zonas señoriales de Bombay. Los propietarios que al principio no entendían bien lo que pretendía aquel lunático acababan aceptando un dinero que no los comprometía a nada ni restaba valor a sus viviendas. Aquel tipo estaba dispuesto a pagarles por el aire que cubría sus casas y lo único que exigía era firmar un contrato legal e inscribirlo en el Registro de la Propiedad. En esta entidad tampoco entendían bien lo que significaba aquello, pero como suponía ingresos, inscribieron los cielos de la ciudad a nombre de Thani. Cuando contó con suficiente aire como para duplicar los metros cuadrados construidos en superficie en todo Bombay, fundó una empresa que empezó a construir en su terreno. A los propietarios los consoló con los metros exactos que tenían en el edificio antiguo y a los responsables municipales los convenció para que ampliaran la altura edificable con rupias contantes y sonantes. Sin darse cuenta se convirtió en el dueño de los nuevos rascacielos que brotaban como setas en la época de lluvias: las setas eran sus edificios las lluvias que los nutría la economía que crecía por encima del diez por ciento cada año. Uno de sus clientes fue Dimitri que estaba interesado en un local para instalar una sucursal de su banco. Como Thani no sabía que hacer con tanto dinero, lo invirtió en el banco del ruso con el que coincidía en sus deseos de expansión y lo puso en contacto con los otros miembros del Cuarteto de Dubai. En la primera reunión que tuvieron adoptaron la propuesta de Peter de dedicarse a la especulación bursátil. Sus capitales unidos jamás serían vencidos siempre y cuando actuaran sin disidencias. Deberían tener muy presentes las enseñanzas de Marx, pero con la salvedad de que el conjunto de las masas que el filósofo arengaba tenía menos poder adquisitivo que el que cualquiera de ellos podía conseguir en una cajero. Y en eso estaban.
CIRANO
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