DISQUISICIONES IMPERTINENTES SOBRE POLÍTICOS INCOMPETENTES




Al igual que le ocurre a los neutrinos, la estupidez, cualidad con la que engordan los políticos, no encuentra obstáculo para avanzar. Ya se ha recordado aquí otras veces lo que decía Ortega de los políticos: “No es que sean torpes por ser políticos, es que son políticos porque son torpes”. La estupidez de los políticos europeos de entreguerras consintió que Hitler se convirtiera en una amenaza global. Antes habían apostado por los fascistas españoles en nombre de la democracia: de los políticos no hay que esperar nada. Merkel que da la impresión de ser una persona honesta, que vive en su propia casa sin ostentación, puede que le haya tocado representar el papel más estúpido de la deplorable escena que luce la comunidad europea. Ella sabrá por qué se empeña en favorecer a los bancos y a los especuladores financieros, por qué, con esa carita de monja y esa hechura de institutriz, facilita el sabotaje del Estado de bienestar por colegas todavía más estúpidos que ella, puesto que le hacen caso. Cuando se gobierna en nombre del pueblo hay que atender a las necesidades del pueblo porque la incoherencia acaba rompiendo por las líneas de fuerza.
“¿Puede haber algo más estúpido que una estúpida buena? pregunta Varbara Petrovna en la excelente novela de Dostoievski Demonios para dejarse contradecir por Stepán Trofímovich, una necia mala, ma bonne amie: una necia mala es todavía más estúpida”.
San Lucas (VIII, 32) cuenta como milagro de Jesucristo el trasvase del demonio de un penitente a un hato de puercos que se arrojó desde un despeñadero al lago (se supone que el de Tiberiades). ¿Es lícito endemoniar a muchos por el pecado de uno? ¿Es un milagro que personas, tan inocentes como cerdos, paguen los desmanes de unos pocos desalmados? ¿No será el evangelio un demonio que inocula obediencia a los creyentes (la comentada servidumbre voluntaria) para ahogarlos? ¿Mira que si Jesucristo fue un irónico que predicaba que quien creyera en él se lo llevarían los demonios? Líbrenos Dios de los estúpidos (en concreto de Rajoy), buenos y malos, de los curanderos de almas y de los demonios rampantes que nos arrastran al despeñadero electoral cada cuatro años.

CIRANO

No hay comentarios:

Publicar un comentario