Puede que ocurra que se consideren estas críticas y no solo las del garrotín, como un arma política para desprestigiar a los socialistas. También puede ser que se culpe al Gobierno Central del despiporre particularizado de Andalucía. Lo cierto es que nosotros Sanitarios andaluces estamos hasta la coronilla de estas ceremonias de la confusión, tanto como ciudadanos como funcionarios, y teniendo delante unas políticas que rallando en la paranoia, desde hace años nos están impidiendo poder trabajar con argumentos profesionales y científicos.
En primer lugar y sin aviso previo decidieron vaciar de atribuciones a los cargos intermedios del sistema sanitario, a saber profesionales de prestigio que regulaban y ordenaban el sistema sanitario. Se designan unos sustitutos exclusivamente a dedo y con criterios no definidos, y de nombramiento nada de nada. Bueno realmente no es trascendente, pero ¿Por qué se genera esta inseguridad? ¿Quizás para tener libertad de actuación en momentos como estos?
Las Unidades Clínicas de Gestión se transforman en Unidades Clínicas de Control, vaciando de contenido esa potente herramienta con la que nacieron, y transformándolas en un juguete caprichoso en manos de Gerentes incompetentes y mandos inexpertos. El valor del producto es la obediencia y sumisión que oscila desde 6.000 euros hasta los 12.000 euros anuales. Pero dejando poco claro cual es la distribución de remanentes y lo que perciben los Virreyes de su sistema. Bueno sí, en el Boja se publica los complementos de aumento de sus fieles defensores de la Sanidad, mientras bajan los de los funcionarios.
Los objetivos impuestos en las UCG, que no negociados, distan completamente de ser profesionales, son excluidamente políticos y económicos, y sabe usted señora consejera, aunque la eficiencia sea parte de las atribuciones de los profesionales, esa responsabilidad es suya y de sus virreyes de las áreas sanitarias, y el valor de los productos aún no esta definido ni mensurado.
Mire le diré algo más, sin la colaboración de los profesionales no conseguirán ajustar su gestión económica a valores justos y reales, y según parece usted no esta dispuesta a informar y negociar con nadie, bueno se arrepentirá, aunque mientras le sirvan para continuar con sus extraños y confusos experimentos para descapitalizar esta Sanidad que creamos muchos andaluces con el deseo que sirviera a todos los ciudadanos.
Usted señora consejera se ha blindado por un aparato enormemente costoso e inútil con el único fin de conseguir crédito político. Su utilidad ya somos conscientes cual es, solo sirve para colocar a sus amigos y haber logrado sumisión de los profesionales. Pero le digo, su crédito se acabó y los profesionales no estamos dispuestos a continuar tolerando sus despilfarros y sus incompetencias.
Ya que todos los andaluces tendremos que apechugar para pagar la grave hipoteca en que está metido el país, no será sin coste alguno, exigimos la inmediata revocación de la Consejería con la eliminación de sus Agencias, y algunas Direcciones Generales cuya utilidad esta en entredicho, y esto no por una posición de intolerancia sino por una necesidad de eficacia y eficiencia, y poder dedicar los recursos en la bien necesitada sanidad y su proyección científica.
La necesidad de dedicar la EASP en aspectos científicos y de utilidad tanto pública como profesional, es de urgente aplicación, para lograr una homogenización de los conocimientos y aplicaciones de los recursos sanitarios, y conseguir que los profesionales vuelvan a creer en el Servicio Público de Salud.
El deseo de los profesionales de Sanidad es ser bien dirigidos, con proyectos claros y útiles para la sociedad, y por personal instruido con credibilidad y capacidad de liderar una nueva sanidad más eficaz y eficiente. Pero no use a los profesionales para justificar lo que se les viene encima, la imposibilidad de cumplir sus compromisos con los decretos como los de tiempos quirúrgicos o justificar la mejora de la productividad con el decreto de las treinta y siete horas semanales . Y usted, continúe con políticas de meter la mano en los bolsillos de los profesionales, si, le hace un flaco favor al posible futuro de los socialistas, evidentemente pasara a la historia, aunque mejor continúe con sus proyectos personales y dimita, todos les estaremos agradecidos y le recordaremos por algo bien distinto.
INDALESIO JUNIO 2012
Divar se ha visto obligado a dimitir por flagrante malversación de caudales públicos, de camino a pecado contra el mandamiento que ordena no robar. Si este católico de comunión diaria se confiesa, sus pecados le serán perdonados previo pago de tres avemarías, pero la sociedad ¿tiene potestad para exonerar sustracciones de su patrimonio que aunque no han sido admitidas son evidentes? ¿Por qué no se le exige la devolución de lo sustraído más un recargo por mala conducta?
ResponderEliminarIndalesio parece que se conformaría con la dimisión de la mala consejera, si ese término constara para nuestros políticos, cuando lo que habría que exigirle es responsabilidades. A los médicos en cuanto se descuidan se les empapela, sobre todo por errores aleatorios. Si, por ejemplo, se penalizara a los tenistas por errores no forzados no acabaría ningún partido, pero el sanitario que da la cara en la asistencia diaria tiene que andar sobre el filo de la navaja de la demagogia de la Junta con los usuarios y la incompetencia de los directivos. Los salva su profesionalidad y preparación, algo que no tienen los políticos. Dimisión si, pero después de rendir cuentas.