Pues si, los sindicatos han echado un órdago y han convocado una huelga general.
Reacciones, el poder legalmente constituido advierte que no cejara en su empeño y que no modificara su postura en nada. Los demás partidos apoyan la medida de huelga, claro solo los progresistas.
Así pues de nuevo país dividido, y ambas posturas irreconciliables e inamovibles.
Mientras los ciudadanos miramos con caras de Mus a diestra y siniestra para ver que hacer. Sabemos que estamos indignados porque la crisis la están pagando los que disponen de nóminas y se les puede intervenir sus haberes. Los derechos sociales han desaparecidos, los derechos básicos constitucionales abolidos, y las perspectivas de ayudas del estado en la UVI. La juventud desaparecida y su futuro inexistente, las pensiones de los viejos recortadas y las próximas peligrando que sean intervenidas.
Con este panorama se podría estar más que cabreado, yo diría que al borde de movilización general, pero no, existe un elemento pululando por doquier que se llama la sumisión y que como la gripe ha anidado en muchos grupos produciendo un efecto terrorífico, la inacción.
Quizás este mundo ya no nos pertenezca, al menos a los de la generación del mayo del 68, pero el mundo que les dejamos a estos medio indignados es como para cabrearse muy enserio. Y los otros amenazan, ni un poco de resuello a nuestro líder Rajoy, y además de no tener dinero encima les organizan los rojos una huelga, bonita situación.
Bueno, olvidemos por un momento los reproches, ¿Cuándo este país va a tener una clase política que sea capaz de abrir un diálogo? ¿Cuándo se va a respetar el aparato de estado? Y ¿Cuándo la alternancia será un hecho normalizado? Demasiadas preguntas, pero como hemos vivido mucho advertimos, de la crisis y de la creación de un futuro para nuestros ciudadanos solo se saldrá si existe una normalización democrática, lo cual quiere decir que se debe dialogar y no despellejar al contrario, sino empujar en el mismo sentido y con la misma intensidad. Modificar comportamientos, insistir en la educación y respetar las bases del futuro. Solo así podremos crear, sino este país retrocederá a los tiempos de bandoleros, de la beneficencia y de las cartillas de racionamiento.
INDALESIO marzo 2012
Mucha han sido las personas que han dudado de la oportunidad de la huelga, y no deja de ser verdad que la respuesta ha sido tibia en proporción a los motivos, pero hemos de dar cuenta que este mundo parece que esta cambiando y los motivos que eran antes ya sirven de poco.
ResponderEliminarY tambien no deja de ser cierto que los sindicatos han perdido mucho del prestigio que años antes habían tenido. Pero parece que pocas son los instrumentos que quedan para defender los intereses de los más desfavorecidos, solo el paso del tiempo y alguna que otra elección queda para manifestar el desacuerdo.Pues aprovechemosla.
Bueno, olvidemos por un momento los reproches, ¿Cuándo este país va a tener una clase política que sea capaz de abrir un diálogo? ¿Cuándo se va a respetar el aparato de estado? Y ¿Cuándo la alternancia será un hecho normalizado? Demasiadas preguntas, pero como hemos vivido mucho advertimos, de la crisis y de la creación de un futuro para nuestros ciudadanos solo se saldrá si existe una normalización democrática, lo cual quiere decir que se debe dialogar y no despellejar al contrario, sino empujar en el mismo sentido y con la misma intensidad. Modificar comportamientos, insistir en la educación y respetar las bases del futuro. Solo así podremos crear, sino este país retrocederá a los tiempos de bandoleros, de la beneficencia y de las cartillas de racionamiento.
ResponderEliminarMuy bien dicho Indalesio. Sería bueno y necesario dejarnos de discursos trasnochados que solo sirven para justificar la existencia de los que los hacen.